_
_
_
_
_

Un gallo de pelea venido a menos

Fue, para el semanario Time, "el Hombre del Año" en 1995. Newt Gingrich parecía entonces el político con más futuro de EE UU. Había forjado una potente coalición conservadora contra Bill Clinton; había llevado a los republicanos a una victoria histórica en las elecciones de 1994 para el Senado y la Cámara de Representantes, y había sido elegido, el 4 de enero de 1995 presidente de ésta. Agresivo, radical, triunfante, Gingrich era el caudillo de la "revolución conservadora", el adalid del Contrato con América, un programa tan extremadamente neoliberal en lo social y económico como conservador en la vida costumbres.Ahora es otro hombre. Clinton, su gran rival, logró la reelección como presidente en noviembre tras una campaña en la que presentó a Gingrich como un extremista capaz de, como hizo el pasado invierno' forzar el cierre de los organismos del Gobierno federal a causa de una disputa con la Casa Blanca sobre el presupuesto; un individuo dispuesto a recortar brutalmente la asistencia pública a los ancianos, los incapacitados y los pobres.

Más información
Gingrich, reelegido líder de la Cámara de EE UU sin el pleno apoyo del partido

Gingrich, que ya en 1996 fue el político más impopular de EE UU, es el primer presidente de la Cámara de Representantes que reconoce haber utilizado dinero de organizaciones humanitarias para sus actividades partidistas y, lo que es peor en EE UU, haber engañado al respecto al Comité de Etica del Congreso. Debilitado y bajo sospecha, Gingrich no es el gallo de pelea de hace dos años.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_