Un estadio seguro
"Comparto la angustia, pero durante estos cuatro años este club ha sido ejemplar en España. No se debe olvidar el incidente, pero tampoco la paz habida en cuatro años. Corresponde a la seguridad del club saber cómo lograron saltar los controles... Creo en la prevención, en haber pensado qué podía desencadenar el minuto de silencio que se guardó", se defendió Jordi Vallverdú, el directivo del Barça responsable de la Grada Jove y que no fue consultado cuando la cúpula del club decidió acceder a la petición de los Boixos Nois de recordar a Sergi Soto.La directiva azulgrana difundió un comunicado en el que aseguró que el minuto era un mal menor para evitar una concentración en memoria de Sergi que podía haber bloqueado un acceso del Camp Nou. Además de acotar las facilidades de acceso al estadio de los Boixos Nois -el día del Mérida apenas había 200 miembros-, la directiva negocia con el resto de grupos para que vuelvan a animar al equipo. Antoni Valle, portavoz de Sang Culé, confirmó esa posibilidad pero advirtió que su principal objetivo será regresar al Palau Blaugrana para animar a los equipos de baloncesto, balonmano y hockey: "Ese es nuestro mejor sitio. Quizá como grupo de animación en el Camp Nou somos algo mediocres. Pero lo que está clarísimo es. que no volvemos a la Grada Jove".
De hecho, Sang Culé renunció a esa ubicación hace tiempo para situarse en la tercera gradería. "No funciona el lugar y los grupos son tan distintos, que es imposible entendemos", explicó. Un botón de muestra: Sang Culé dio un ejemplo de deportividad cuando en una final de hockey patines entre el Barça y el Igualada, jugada en Anoia, la hinchada local exigió al rival que saludara al campeón y el grupo barcelonista desplegó una pancarta felicitando al contrario por la victoria.
