22 vuelos fueron cancelados y 213 partieron con retrasos

A Barajas le cuesta volver a la normalidad. A pesar de que ayer no se registró viento de componente sur, que obliga a disminuir en un 10% el número de operaciones, tal y como ocurrió el miércoles, 22 vuelos tuvieron que ser cancelados y 213 partieron con retrasos superiores a la media hora, según los datos facilitados a las 21.30 de ayer. Desde el aeropuerto se culpó, en gran medida, a un fallo en el sistema de control aéreo de Escocia de las demoras sufridas ayer en Madrid.

Los responsables del aeropuerto de Barajas encontraron ayer en las frías aguas del norte de Europa un nuevo culpable a las demoras que sufrieron los aviones que operan en el aeródromo madrileño. Según un portavoz de Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA), "un fallo en el sistema de control aéreo de Shanwick [Escocia] repercutió negativamente en las operaciones previstas hacia el Atlántico Norte". Esta circunstancia, según el aeropuerto, provocó en la tarde de ayer que, al menos, 22 aviones arrastrasen un retraso medio superior a los sesenta minutos. Uno de estos vuelos, a las cinco de la tarde, había sido ya suspendido. No se descartaba que ocurriese lo mismo que otros vuelos a lo largo de la noche. "El problema surge porque las aeronaves no pueden atravesar ese espacio aéreo, y los vuelos no cuentan con una ruta alternativa hacia la zona norte de Europa y América", explicó el portavoz de Barajas.

213 vuelos con retraso

A las nueve y media de la noche, de las 704 operaciones programadas hasta ese momento, 213 salieron con un retraso superior a la media hora. De ellas, 149 correspondían a la compañía Iberia.La puntualidad media de estas aerolíneas fue ayer del 60%, mientras que la del resto de compañías aéreas rondó el 82%. Los clientes de Iberia tuvieron que esperar en tierra una media de 39 minutos, frente a los 20 minutos de retraso que sufrieron los del resto de aerolíneas. En total tuvieron que anularse 22 vuelos, de los que 15 iban a volar bajo bandera de Iberia.

Aproximadamente, y calculando una capacidad media a los aviones de 150 personas, unos 31.000 viajeros soportaron ayer retrasos superiores a los 30 minutos. Otros 3.300 se quedaron en tierra al ser suspendidos los 22 vuelos previstos mencionados.

El miércoles, el número de personas afectadas por los retrasos alcanzó la cifra de 50.000, mientras que los que no pudieron tomar su avión fueron unos 4.000. Iberia siempre ha argumentado en su defensa que es la empresa que más demoras sufre en sus operaciones, porque la mayoría de sus aviones tienen que pasar, al menos, una vez al día por Barajas, ya que es su aeropuerto de referencia, lo que los técnicos conocen como aeródromo hub. Iberia se considera, por tanto, la gran perjudicada en el "caos" de Barajas, como lo definió su presidente, Xabier Irala.

A este respecto, el portavoz socialista en la Comisión de Infraestructuras del Congreso, Victor Morlán, afirmó ayer que la crisis de Barajas es consecuencia de una "pelea familiar" entre dos organismos públicos: AENA e Iberia

Morlán acusó al titular de Fomento, Rafael Arias-Salgado, de "clara incapacidad" en todo este asunto y de haber convertido AENA en "un reino de taifas en el que esta entidad ha hecho lo que ha querido", en relación a su enfrentamiento con Iberia, informa la agencia Efe.

El presidente de la Comunidad de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, manifesto al respecto que "AENA e Iberia tienen que trabajar conjuntamente", para minimizar las consecuencias de los cambios técnicos y estructurales que se están introduciendo en el aeropuerto.

Ruiz-Gallardón añadió que apoya el crecimiento del actual aeropuerto "hasta el límite que que afecte a los derechos fundamentales de aquellas personas que viven en áreas colindantes".