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GUERRA EN YUGOSLAVIA El frente bélico

La Alianza reconoce ahora que bombardeó por error una zona residencial de Pristina

La OTAN reconoció ayer que bombardeó por error una zona residencial civil vecina de la central telefónica de Pristina, la capital del Kosovo. El mea culpa se produjo tan sólo 24 horas después de que los portavoces aliados atribuyeran al Ejército serbio todos los destrozos producidos esta semana en la ciudad. Uno de los tres misiles lanzados contra el nudo de comunicaciones de Pristina se desvió 200 metros de su objetivo. Por otra parte, más de 120 trabajadores resultaron heridos en el ataque a una fábrica de automóviles en Serbia central en la que también se producen pistolas.

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Pese al cuidado que ponen los aviadores en circunscribirse a los objetivos militares y/o estratégicos, cometen fallos. El general de aviación David Wilby tuvo que reconocer ayer que uno de los tres misiles lanzados contra la central telefónica se desvió unos 200 metros de su objetivo, "produciendo daños colaterales civiles en una pequeña zona residencial" cercana, algo que "lamentamos". Las autoridades yugoslavas indicaron que se habían producido 10 muertos en ese ataque, que se produjo el miércoles.Esos disparos formaron parte de una operación destinada a desvertebrar los centros de coordinación serbios en el corazón de Kosovo, con el objeto de bloquear las operaciones de limpieza étnica. Afectó, además de a la telefónica, a los depósitos de petróleo, a un centro militar y al cuartel general de la policía especial. Wilby mostró fotografías de las que podía colegirse que todos esos edificios han quedado destruidos o seriamente tocados.

El fallo militar, además de técnico, se dobla de político y mediático, pues los portavoces de la Alianza habían imputado a los serbios todos los destrozos en la capital. Ayer reconocieron que al menos una parte de ellos es atribuible a las fuerzas aliadas, aunque trataron de minimizar los daños alegando que la ciudad está "prácticamente desierta" y que la mayor parte de los daños fue causada por las fuerzas yugoslavas. ¿Es que acaso los militares no ofrecen suficiente y rápida información a sus superiores civiles? ¿O es que la distribuyen con técnica propagandística, a cuentagotas, sin suficiente verificación, provocando efectos contrarios a los deseados? En cualquiera de ambos casos, parece que a algunos habría que rebajarles el sueldo.

Instalaciones industriales

Desde Londres, un portavoz del Ministerio de Defensa británico afirmó ayer que dos grupos de vehículos blindados fueron alcanzados durante los ataques de la noche anterior en Kosovo. El primer ataque con bombas de fragmentación alcanzó a un convoy de vehículos militares en el sur de Kosovo. Algunos fueron destruidos. Hasta ayer, la OTAN había alcanzado 135 objetivos de los 211 atacados, según Londres. "Hemos hecho daño a cada punto en la cadena de mando que ha producido las atrocidades en Kosovo", declaró el ministro de Exteriores británico, Robin Cook. La mitad de los Mig yugoslavos han sido destruidos.Desde el lado de Belgrado, el centro de prensa del Ejército de Yugoslavia informó ayer de que, en el día 16º de ataques consecutivos, los misiles de la OTAN contra instalaciones industriales alcanzaron "depósitos de petróleo, instalaciones de telecomunicación, fábricas y líneas de comunicación". El ataque más importante se produjo a la 1.30 de ayer contra la fábrica Zastava (Bandera) en Kragujevac, en la Serbia central, a unos 150 kilómetros al sur de Belgrado.

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Las bombas de la OTAN cayeron sobre la Zastava, la única fábrica de coches de Yugoslavia, en la que también se producen armas ligeras, como pistolas. En los ataques resultaron heridas 124 personas, según informaciones de los hospitales. El Ejército informa de que una pesada explosión causó grandes daños en edificios de apartamentos y casas en el centro de la ciudad. Los ataques destruyeron parte de la central de energía de la fábrica, que da calor a 10.000 viviendas, hospitales y escuelas.

La fábrica atacada se distinguió días atrás por haber publicado anuncios a toda página, en serbio y en inglés, dirigidos "a la opinión pública y a todos los países miembros de la OTAN". En estos anuncios, los trabajadores de la Zastava daban cuenta de su decisión de convertirse en escudos humanos y permanecer día y noche en la fábrica. El anuncio llevaba la firma de "los empleados, la gerencia de Zastava y los ciudadanos de Kragujevac". En el texto declaraban que la factoría tiene 305 hectáreas de extensión y está ubicada a 44 grados al Norte y 20,55 al Este, para que la OTAN no tuviese que molestarse en encontrar la localización.

El texto añadía que trabajan allí 38.000 asalariados: "Queremos que ustedes sepan que el ataque a nuestra factoría significa la muerte directa de miles de personas y enormes pérdidas materiales y espirituales para nuestras familias".

Además de sobre la Zastava, las bombas de la OTAN se concentraron sobre refinerías de petróleo. Parece clara la intención de la OTAN de dejar sin combustible al Ejército de Yugoslavia y a todo el país. Esto supone un enorme problema para la economía de Yugoslavia. La falta de gasóleo puede dejar sin combustible los tractores de los agricultores, cuando se encuentran en plena fase de siembra. Las consecuencias serían graves para una economía arruinada, cuyo sostén fundamental para la supervivencia es la agricultura, que da de comer a todos, y la economía sumergida.

Otros ataques de la OTAN se dirigieron a siete puntos en Kosovo y se destruyó también una torre repetidora de televisión en Jagodina, que daba cobertura a varias estaciones en la región de Kragujevac.

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