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El marco, nueva moneda oficial de la provincia

El encargado de la Administración Provisional de la ONU para Kosovo, Bernard Kouchner, promulgó ayer una ley por la que el marco alemán se convierte en la moneda oficial de la provincia yugoslava. La ley, la cuarta firmada por Kouchner, permite la utilización de otras monedas, pero desaconseja el uso de la yugoslava. Las organizaciones internacionales, la propia Misión de la ONU (Minuk) y los servicios de aduanas sólo utilizarán el marco.El dinar yugoslavo, por tanto, "no queda fuera de la ley", como explicó el adjunto de Kouchner, Jo Dixon, pero se aplicará un impuesto a aquellas personas "que insistan en pagar con esa moneda".

En la práctica, la decisión de Kouchner aleja aún más Kosovo de Belgrado. Es más, Dixon confirmó ayer que la decisión es unilateral y que "no ha sido consultado o informado" el Gobierno de la Federación Yugoslava. Y mientras Kosovo se aleja de Serbia, se acerca a otras repúblicas. A partir de hoy, la provincia abrirá aduanas en sus puntos fronterizos, primero con Macedonia, y más tarde con Albania. Esta medida, adoptada también por Kouchner, pretende que Kosovo deje de ser "la tienda libre de impuestos mayor de Europa". Desde junio pasado, cuando salió de la provincia el Ejército serbio y entró la fuerza internacional de pacificación, en Kosovo podía entrar todo tipo de mercancías sin arancel alguno, lo que había animado la formación de mafias y de un mercado negro denunciado por varios diplomáticos occidentales.

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Bloqueo a Montenegro

Mientras, Serbia, la mayor de las repúblicas de la Federación, está tratando de aislar a Montenegro, el vecino que se negó a participar activamente en la guerra que mantuvo Yugoslavia contra la OTAN. El diario montenegrino Vijesti informaba ayer de que la policía serbia ha "bloqueado" el paso fronterizo de Prijepolje y no permite la entrada a Montenegro de ciertas mercancías procedentes de Serbia, aplicando así el decreto aprobado la semana pasada en Belgrado que prohíbe "el comercio de carne y cereales a Montenegro y Kosovo".

Podgorica mantiene un duro pulso con las autoridades yugoslavas, a las que propuso la transformación de la Federación en una comunidad de Estados independientes. En caso de que Belgrado no acepte esta opción, el Gobierno montenegrino ha amenazado con convocar un referéndum sobre la independencia.

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