Mariano
Le llamábamos Mariano, y bastaba con ese nombre para que todos supiéramos de quién estábamos hablando.Para todos los banqueros fue un gobernador duro, pero tremendamente eficaz, y a su actitud de severo funcionario público le tenemos que agradecer que hoy la banca española sea una de las más saneadas del mundo.
Para mí personalmente, y para el banco que presido, fue también parte importante de su historia reciente, y de él recuerdo hoy sus aciertos, al margen de sus momentos amargos de los últimos tiempos. Fue siempre brillante, sutil, y, eso sí, muy exigente, incluso diría que puntilloso. No creo haber regalado adjetivos para definirle. Pues Mariano fue un funcionario eficaz, convencido de que el Banco de España era un auténtico poder moderador y decisorio dentro del propio Estado. Y ejercía en consecuencia.