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EH se suma en Ordizia al PNV y EA para "condenar y reprobar" la violencia callejera

El grupo local de Euskal Herritarrok en Ordizia (Guipúzcoa), que forma parte del equipo de Gobierno municipal junto a la coalición PNV- EA, suscribió ayer una declaración explícita contra la violencia callejera. El texto, consensuado tras los ataques perpetrados la madrugada del domingo contra las oficinas locales de Correos e Iberdrola, "reprueba y condena este tipo de acciones independientemente de quién se encuentre detrás de ellas". El portavoz de EH, Agustín Linazasoro, matizó más tarde que firmó la declaración a "título personal". Estos hechos "nos descolocan a muchos", arguyó.

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La ola de violencia callejera llegó la madrugada del domingo a Ordizia, un pueblo de 9.147 habitantes, y se ensañó esta vez con las oficinas de Correos e Iberdrola. En el primer caso los violentos utilizaron cócteles molótov y en el segundo otro artefacto casero, que causaron escasos daños. La alcaldesa de la localidad, la peneuvista Alejandra Iturrioz, salió de inmediato a la palestra para condenar los ataques y anunció su intención expresa de consensuar un texto de rechazo. Quedaba la duda, y ella misma la dejó entrever, de si su socio de gobierno, EH, aceptaría adherirse a la declaración. Los ataques incendiarios, dijo, son "un jarro de agua fría, tras los muchos esfuerzos que se están realizando para gobernar" con la formación independentista. El portavoz del Gobierno vasco, el también peneuvista Josu Jon Imaz, pidió asimismo a EH que hiciera públicas "esas reflexiones que se llevan a cabo en privado" de rechazo de la violencia, "para que la sociedad conozca la implicación por las vías políticas democráticas", informa Cristina Angulo.Ni Imaz ni Iturrioz tuvieron que esperar mucho. Horas más tarde los portavoces del equipo de Gobierno de Ordizia acordaron un texto en el que se "reprueba y condena este tipo de acciones independientemente de quién se encuentre detrás de ellas". Se advierte, además, de que estos hechos "no afectarán a la dinámica de trabajo" consensuada por los tres partidos nacionalistas y su compromiso de trabajar "en pro de los derechos individuales y colectivos de los ordizianos, en pro de la reconciliación social, en aras de una sociedad más tolerante, más respetuosa con las ideas de los demás".

Sin embargo, horas más tarde, el portavoz de EH en Ordizia, Agustín Linazasoro, rebajó sustancialmente el alcance de la condena al precisar, en declaraciones a Radio Euskadi, que la suscribió "a título personal", adelantándose a un posible desmarque de su formación. EH de Guipúzcoa declinó valorar esta declaración, al igual que el PNV. Para última hora de la tarde estaba prevista una reunión de los otros tres concejales de EH (PNV-EA tienen 5, el PSE 2, y uno el PP e IU) con el fin de estudiar la iniciativa de su portavoz. Linazasoro enmarcó su decisión en la dinámica de colaboración nacionalista puesta en marcha con la Declaración de Lizarra: "Es una apuesta política y estos hechos [de violencia] a muchas personas como a mí nos descolocan. Entonces me he mojado para evitar ambigüedades. Supongo que no todo el mundo [en EH] compartirá lo mismo, pero así lo he hecho".

Marcha atrás

Ésta no es la primera vez que EH se adhiere a un texto de condena, y tampoco sería la primera que da marcha atrás. El pasado julio se sumó a sendas declaraciones que las Juntas Generales (parlamento provincial) de Álava y el Ayuntamiento de Vitoria suscribieron contra ataques a cargos públicos, entre ellos una autoescuela del presidente de Unidad Alavesa (UA), José Luis Añúa. Al darse cuenta de la repercusión política producida, EH se desdijo rápidamente aduciendo que se había tratado de un error de sus portavoces en ambas instituciones, "manipulado" por los demás partidos y medios de comunicación.El de Ordizia no fue el episodio más grave de kale borroka contabilizado ayer. En la localidad vizcaína de Urduliz, varios saboteadores calcinaron cinco coches y causaron graves daños en un concesionario de Citroën. El establecimiento, situado en el polígono Igletxera, sufrió un ataque similar en agosto de 1997. Con éste suman 417 los ataques producidos desde que ETA declaró la tregua el 16 de septiembre de 1998. Los violentos se han cebado especialmente con las dos principales formaciones no nacionalistas. El PP ha sufrido la violencia en 44 ocasiones; el PSE en 20; el PNV y EH en 4, y EA y UA una vez, según Europa Press.

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