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LA EXPANSIÓN DE LA BANCA ESPAÑOLA

Temor entre la banca mexicana por la entrada de capital foráneo

Juan Jesús Aznárez

La integración de Bancomer, segundo banco de México, y el BBVA-Probursa, quinto en el escalafón, que se han constituido en la mayor institución financiera del país, no satisfará a todos. La progresiva penetración extranjera en el aparato productivo y en el sistema financiero nacional, principalmente norteamericana y española, preocupan a un sector de los banqueros e industriales mexicanos."Si por Herminio Blanco [ministro de Comercio y Fomento Industrial (Secofi)] fuera, el país entero estaría vendido a los extranjeros", declaró Raúl Picard, candidato a la presidencia de Canacintra, la principal cámara industrial. Otros piden un marco que evite la supremacía foránea.

Pero el Gobierno mexicano, según los análisis más sensatos, ha promovido lo más conveniente para el país: la capitalización del sistema a través de fuentes solventes, abriéndolo al exterior ante la ausencia de capitales locales con entidad suficiente o dispuestos a correr los riegos. La crisis desencadenada en las Navidades de 1994, que casi tumba a la banca a primeros de 1995, obligó a una polémica operación de rescate gubernamental de 65.000 millones de dólares y cuyas consecuencias aún se padecen.

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Los banqueros mexicanos discrepan sobre la penetración extranjera. Antonio Del Valle, presidente del Consejo de Administración del Banco Bital, con un 16% de capital extranjero, con el Banco Santander Central Hispano entre sus accionistas, piensa, como otros colegas, que "la banca debe estar mayoritariamente en manos de mexicanos. No le conviene al país mayor intervención de extranjeros". Con la integración, y de consumarse la adquisición del grupo Serfín, el capital extranjero controlaría cerca del 50% de la banca mexicana. Los banqueros nacionales, convaleciente todavía de los fracasos anteriores, parten con desventaja. La participación de bancos extranjeros en el mercado nacional es todavía minoritaria, pues en conjunto sus activos representan el 18,41%.

Por otra parte, Banamex, primer banco nacional hasta ahora y el Santander Mexicano, cuyo acercamiento no es descartable, desplegaron las antenas, y estudian una posible contraofensiva frente a un grupo que nace con la mayor pegada de México. Los cántabros también están interesados por el Serfín.

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