Una decena de obras y antologías celebran el Día Mundial de la Poesía Antonio Cabrera y Bruno Mesa reciben el Premio Loewe
El poeta y profesor de instituto Antonio Cabrera (Medina Sidonia, 1958) y el joven canario de 24 años Bruno Mesa, que pedía benevolencia al público por su timidez, recibieron ayer el Premio de Poesía Fundación Loewe, que este año cumple su 12º aniversario. La celebración ayer del Día Mundial de la Poesía, organizado por la Unesco, coincidió con la presentación de varias obras y antologías poéticas.
Casa de América de Madrid fue el lugar que concentró a escritores y gentes de la cultura para presentar a los ganadores del Premio Loewe de Poesía (que se falló en noviembre), al que en esta edición se han presentado 828 obras llegadas de todo el mundo, el 25% de Latinoamérica. Las obras son inéditas y Visor se encarga de publicar las ganadoras de un premio que a lo largo de sus 12 años se ha ganado el prestigio que otorga, entre otras cosas, haber tenido como presidente del patronato de la fundación, en el ámbito de la poesía, a Octavio Paz y a Juan Benet y, en la actualidad, a José Hierro. Rosa Regàs presentó ayer al más joven de los galardonados, Bruno Mesa (Santa Cruz de Tenerife, 1975), en la categoría Joven Creación (para menores de 30 años, dotada con medio millón de pesetas), con la obra El laboratorio. De él dijo la escritora, que confesó no ser una experta en poesía, aunque sí ferviente lectora, que era un libro espléndido, duro, cruel y despiadado. "Y lo que más choca es que un chico de 24 años tenga esa fuerza indomable con la que explica este mundo de desesperanza", destacó Regàs.
Y entonces el joven Mesa, que se descubrió ayer como un gran recitador ayudado por su potente voz, dijo que no es él, sino un doble suyo, quien escribe poesía. "En este caso, el maquillaje no esconde, sino desnuda", aclaró antes de pasar a leer el poema 'El viejo marinero', que concluye: "No creo en la muerte ni en la vida. / El tiempo me ha tirado por la borda". Cuando finalizó la lectura, asentía solemne Carmen Alborch, que ocupaba mesa con Carlos Bousoño y Josefina Aldecoa, entre otros.
Poesía meditativa
"Mi poesía es una poesía de la línea meditativa de pensamiento, intento que el poema conjugue, tal como prescribía Unamuno, pensamiento y sentimiento", indicó Antonio Cabrera, ganador del Premio Loewe, dotado con dos millones de pesetas, por En la estación perpetua, que presentó Luis María Anson. En su obra, Cabrera, que ha publicado antes varios cuadernos de poesía, habla del paisaje, de mares, truenos, tempestades; calles y carreteras de noche, y rinde homenaje a Quasimodo, Coleridge y Joan Vinyoli, entre otros.
El jurado de esta edición del Premio Loewe, que en ocasiones ha servido para descubrir grandes talentos, lo formaron Carlos Bousoño, Francisco Brines, Antonio Colinas, Gonzalo Rojas, Jaime Siles y Luis Antonio de Villena. Anteriores ganadores han sido Luis García Montero, Juan Luis Panero y Jaime Siles, entre otros.
Coincidiendo con el Día Mundial de la Poesía, ayer se presentaron varias obras: de Espasa, dos antologías de poesía, italiana e inglesa, y Edaf, otras dos, una de César Vallejo y otra de Gabriela Mistral. Y, en La Habana, Aitana Alberti, hija del poeta Rafael Alberti, recitó poemas de su padre y de ella en el homenaje que ofreció el Instituto Cubano del Libro a César López, Reina María Rodríguez, Efraín Rodríguez y otros poetas cubanos premiados en 1999, informa Mauricio Vicent.
