_
_
_
_
_
LA OFENSIVA TERRORISTA

Angustia e impotencia

Fueron casi cuatro horas de angustiosa e impotente espera. Los familiares de Luis Portero aguardaron junto a la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital de Traumatología de Granada a que se produjera una recuperación imposible.Aunque en principio los médicos lograron reanimar al fiscal, que había sufrido un paro cardiaco, el examen detenido de sus heridas no pudo ser más pesimista. Apenas media hora después de que fuera evacuado al hospital, los responsables del servicio de urgencias informaron de su estado "extremadamente grave", tanto que después de sopesar la posibilidad de una intervención quirúrgica decidieron simplemente internarlo sin otra ayuda que la ventilación artificial, que lo mantuvo con vida durante varias horas.

Más información
Los terroristas aguardaron casi una hora a su víctima ocultos en el portal de su casa

Según el parte médico, el disparo dañó el nivel alto de la unión bulbomedular, lo que inhibía las funciones vitales del paciente, una lesión "de extrema gravedad e incompatible con la vida".

El deceso, como observaron los médicos, se produjo varias horas después. A las 20.30, tras recibir el permiso familiar, los facultativos extrajeron varios órganos para su trasplante. Dos horas después estaba previsto que el cadáver fuera trasladado al Instituto Anatómico Forense para su autopsia.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_