Las fuerzas de seguridad 'sellaron' la ciudad tras el atentado
Nada más conocerse el atentado contra el fiscal jefe del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, Luis Portero, tanto el Cuerpo Nacional de Policía como la Guardia Civil comenzaron a tomar posiciones en la ciudad para evitar la fuga de los tres terroristas que se supone que asesinaron al jurista. La Guardia Civil intentó sellar la ciudad y colocó controles en la autopista A-92, que atraviesa de oeste a este la ciudad, y en la N-323 que en una dirección se dirige a Madrid y en otra hacia la costa.Fruto de estas intervenciones, los agentes de la Guardia Civil retuvieron durante algún tiempo a tres individuos que viajaban a bordo de un Renault Laguna matriculado en Sevilla. Estas personas fueron puestas en libertad una vez que se comprobó su nula relación con el crimen.
La cercanía de los atentados fallidos en Sevilla hacía plausible la posibilidad de que los terroristas viajaran en un vehículo matriculado en esa ciudad. Posteriormente, estas tesis se vieron refrendadas con la explosión de un coche, precisamente con matrícula de la capital andaluza.
En la propia Granada, los agentes del Cuerpo Nacional de Policía también procedieron al arresto de un hombre, a los pocos minutos del atentado contra Portero. Asimismo, tras las comprobaciones pertinentes, el sospechoso quedó en libertad.
Hasta Granada se desplazaron los equipos de información de ambos cuerpos en un intento de aclarar el caso cuanto antes, sin dejar tiempo a que los terroristas abandonen la ciudad.
Por otro lado, la Junta Local de Seguridad de Granada se reunió con urgencia en la sede de la Subdelegación del Gobierno. A la Junta Local de Seguridad asisten representantes del Ayuntamiento, con su alcalde, José Moratalla, a la cabeza, de la Junta de Andalucía, así como los mandos del Cuerpo Nacional de Policía, la Policía Local y la Guardia Civil, junto al subdelegado del Gobierno en Granada, Alfonso Marín Sicilia.
Medidas acentuadas
Las medidas tomadas en Granada son una extensión de las ya intensas que mantienen las Fuerzas de Seguridad en Andalucía tras el atentado del pasado julio en el que murió el concejal del Partido Popular José María Martín Carpena. En Sevilla, por ejemplo, los responsables policiales han mantenidos reuniones con miembros de la judicatura y algunos de la propia Junta de Andalucía para insistir en la necesidad de extremar las medidas de precaución, ante la presencia de terroristas en territorio andaluz.Por otra parte, desde el pasado domingo se ha puesto un servicio de escolta para cada uno de los concejales del Ayuntamiento sevillano. Asimismo, se ha intensificado la vigilancia en las zonas en las que residen militares u otros colectivos susceptibles de ser objetivo de los terroristas.
