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CAMBIOS EN EL GOBIERNO

Mayor deja su puesto en Interior convencido de haber debilitado a ETA

Jorge A. Rodríguez

El sustituto del socialista Juan Alberto Belloch al frente del Ministerio de la Policía se topó con dos asesinatos de ETA en sus primeros meses de mandato y con el prolongado secuestro del funcionario de prisiones José Ortega Lara. La banda apretó el acelerador el año siguiente, 1997, en el que ETA comenzó sus ataques más duros contra concejales del PP en el País Vasco: fue el año en el que se secuestró y asesinó al joven concejal de Ermua Miguel Ángel Blanco y, posteriormente, al edil José Luis Caso.

Ésa fue la línea en la que insistió ETA en 1998, en el que cayeron bajo sus bombas o bajo sus balas 13 personas, entre ellos los populares José Ignacio Iruretagoyena (edil del PP por Zarautz), Alberto Jiménez-Becerril (munícipe popular de Sevilla), y su esposa, Ascensión García; Tomás Caballero (portavoz de Unión del Pueblo Navarro en Pamplona) y José Manuel Zamarreño. (edil del PP en Rentería). Éste fue el último asesinado por ETA antes de decretar su tregua unilateral el 16 de septiembre de 1998.

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España respiró tranquila durante 439 días en los que ETA dejó de matar y aprovechó para recomponer su maltrecha estructura, golpeada por la desarticulación de cinco comandos y el desmantelamiento de su aparato de acogida y escondite de terroristas en Francia. El Gobierno llegó a mantener contactos con la banda en Suiza, autorizados por José María Aznar, que no fructificaron. Fue en esas fechas cuando Mayor Oreja acuñó la expresión 'tregua trampa' para significar que ETA únicamente se había tomado un respiro para intentar volver con más fuerza. Con la tregua aún viva, cayó el jefe de los comando ilegales, José Javier Arizkuren Ruiz, Kantauri, y seis de sus colaboradores directos.

'ETA quedó entonces muy debilitada, pero tuvo tiempo para recomponerse antes de dar por acabada la tregua', aseguran fuentes de Interior. La banda anunció el final del alto el fuego el 28 de noviembre de 1999 y comenzó una de sus peores escaladas asesinas. Entre el 21 de enero de 2000 y el pasado 22 de febrero ETA ha matado a 26 personas, pero a partir de noviembre empezó a sufrir un importante acoso policial: cayeron los comandos Madrid, Andalucía, Barcelona, Zaragoza y Vizcaya (el que intentó sustituir al que falleció por el estallido de su propia bomba en Bilbao); cayó el número uno de la banda, Iñaki Gracia Arregui, Iñaki de Rentería, y con él el aparato logístico; cayó también el sustituto de Kantauri, Francisco Javier García Gaztelu, Txapote, y el comando Totto, parte del llamado complejo Donosti, el más extenso e intenso de la banda.

Por ello, Interior considera que ahora ETA 'está operativamente peor que antes de la tregua'. Está peor, estima el ya ex departamento de Mayor, porque su 'buque insignia', el comando Donosti, coordinado por el etarra Juan Luis Rubehach, está tocado y bajo la lupa de Ertzaintza y Guardia Civil; porque el comando Madrid, mandado por Txapote es una incógnita, aunque se sospecha que huyó temporalmente tras la detención de su máximo jefe. 'No obstante, tampoco se puede decir que esté débil mientras pueda matar y, además, conserva intacto su aparato de suministro de material', indican fuentes de la lucha antiterrorista. Algunos colaboradores de Mayor exhibían ayer el balance de los casi cinco años de Mayor en Interior: 24 comandos desmantelados y 254 etarras detenidos.

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La Ley de Extranjería

En la otra gran pata de su departamento, la inmigración, Mayor Oreja se topó nada más con una patata caliente: la expulsión, el 26 de junio de 1996, de 103 inmigrantes que fueron sedados con haloperidol para poder expulsarlos de España. Y bien andada la legislatura vio cómo se aprobaba una ley de Extranjería, la 4/2000, que ni él ni su partido querían y cómo en el remoto El Ejido (Almería) se desataba en febrero de 2000 una caza del inmigrante. La mayoría simple con la que contaba en la anterior legislatura le jugó la pasada de que el resto de los grupos sacaran adelante la ley que llevaban meses pactando.

La ley duró un suspiro, porque ya con mayoría absoluta en la siguiente legislatura, Aznar y Mayor se emplearon a fondo para sacar la actual Ley de Extranjería (8/2000), la que recorta a los inmigrantes el ejercicio de derechos básicos como la huelga o la manifestación. En diciembre de 2000, ese texto ya estaba aprobado, mientras en la calle comenzaban protestas de inmigrantes y empezaban a acumularse hasta 82 peticiones ante el Defensor del Pueblo para que éste cuestione la constitucionalidad de la Ley.

Mayor, hoy al borde de los 50 años, llegó al Ministerio del Interior un 5 de mayo de 1996, después de dos intentos consecutivos de convertirse en lehendakari por el PP, en 1990 y 1994. Ahora, presumiblemente será el número uno de la lista del PP por Vizcaya, aunque fuentes populares barajaban ayer el que acudiese finalmente por Álava, donde, inicialmente, el cabeza de lista será Ramón Rabanera, mientras que la primera de la candidatura por Guipúzcoa será María San Gil.

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Sobre la firma

Jorge A. Rodríguez
Redactor jefe digital en España y profesor de la Escuela de Periodismo UAM-EL PAÍS. Debutó en el Diario Sur de Málaga, siguió en RNE, pasó a la agencia OTR Press (Grupo Z) y llegó a EL PAÍS. Ha cubierto íntegros casos como el 11-M, el final de ETA, Arny, el naufragio del 'Prestige', los disturbios del Ejido... y muchos crímenes (jorgear@elpais.es)

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