La gran farmacia italiana

Del racismo a la violencia, de los partidos amañados a los pasaportes falsos, de la eliminación en masa de los torneos europeos al escándalo de la nandrolona... El fútbol italiano no tiene paz.

La convulsión ha crecido este fin de semana con la noticia de que el centrocampista holandés Edgar Davis, del Juventus, es el octavo caso consecutivo de positivo por nandrolona, un potente anabolizante utilizado para acrecentar la masa muscular y que mejora los perfiles de resistencia y agresividad, pero compromete la salud hepática y la potencia sexual.

Esta sustancia, la nandrolona, es al parecer la droga de moda en el calcio, teniendo en cuenta que, en el mismo momento en que se conocía extraoficialmente el caso de Davids, se confirmaba de manera oficial el positivo observado en el contraanálisis del defensa portugués Fernando Couto, del Lazio.

Muchos futbolistas se declaran 'sorprendidos y angustiados': 'Tomamos esas botellitas sin saber lo que contienen. Necesitamos más información y claridad'

Los programas deportivos italianos lanzaron rápidamente sondeos proponiendo una pregunta que remite al pasado: ¿tenía razón Zdenek Zeman cuando hace más de dos años denunció el dopaje en el fútbol italiano? El 80 % respondió 'sí', que el ex técnico checo del Roma tenía razón cuando a finales de julio de 1998 declaró: 'El fútbol debe salir de las farmacias. En nuestro ambiente giran demasiados fármacos'.

Las palabras de Zeman desataron una polémica gigantesca, pero sobre todo consiguieron llevar el asunto a los tribunales.

Llamado a confirmar o desmentir sus declaraciones, el técnico amplió su denuncia asegurando que 'algunos jugadores del fútbol italiano no saben renunciar a ciertas sustancias'. Y las relacionó con las fulgurantes explosiones deportivas de jugadores como Del Piero y Vialli. 'Los futbolistas están condicionados por los intereses de los clubes, a los que no les preocupa su salud, y son incapaces de resistirse a la píldora mágica', agregó.

Gianluca Vialli, que por entonces había dejado el Juventus para convertirse en jugador-entrenador del Chelsea, inglés, reaccionó con furia: 'Zeman es un terrorista. Está intentando desestabilizar el ambiente. La Federación debería descalificarlo al menos por un año si no quiere hacer el papel del payaso'. Del Piero y el Juventus se querellaron contra Zeman, pero las denuncias no prosperaron.

A mediados de septiembre de 1998, un oscuro hecho enturbió aún más el clima del fútbol italiano. Todos los documentos relativos a los resultados de los controles antidopaje de la Liga desaparecieron de los archivos del laboratorio encargado de los mismos.

Poco días después, el por entonces presidente del Comité Olímpico Italiano (CONI), órgano del que depende el laboratorio antidopaje, Mario Pescante, entregó su dimisión denunciando 'un clima de terrorismo' en el seno de las instituciones.

Desde entonces, el laboratorio de análisis fue reestructurado para lograr más eficacia en los controles y se han promulgado nuevas leyes, todavía a la espera de reglamentación, que persiguen penalmente al dopaje deportivo.

La aparición de esta verdadera epidemia de nandrolona se relaciona con el endurecimiento de los controles. Algunas indiscreciones publicadas en los medios hablan de 25 casos de futbolistas con valores apenas por debajo o en el mismo límite permitido para la nandrolona: dos nanogramos por mililitro de orina. Se observa también, no sin perplejidad, la manera cadenciosa con que se van conociendo los casos positivos. Confirmado el contraanálisis de un jugador, se da a conocer inmediatamente el nombre de otro con resultado positivo a la primera prueba y así sucesivamente.

Hasta la fecha, sólo tres de los siete casos confirmados han sido sancionados por parte de la Comisión Disciplinaria de la Federación. En todos ellos las penas alcanzan los 16 meses de suspensión. Ésta sería la sanción que se le impondrá a Couto, a menos que el CONI acepte las alegaciones del Lazio, que presentará unos análisis capilares del jugador con los que pretende probar que no tomó anabolizantes sintéticos y que la nandrolona fue producida por su propio organismo.

Muchos de los jugadores del Campeonato italiano se declaran 'sorprendidos y angustiados' por la situación y, mayoritariamente, ponen bajo sospecha los reconstituyentes y manifiestan: 'Tomamos esas botellitas sin saber lo que contienen verdaderamente. Necesitamos más información y claridad'.