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'Nuestra ley persigue a los que cometen la ablación dentro y fuera del país'

José María Irujo

Un vídeo y un maniquí de cartón acompañan siempre a Khadidiatou Diallou, 36 años, senegalesa, en sus charlas y conferencias por todo el mundo. En la comarca catalana del Maresme, el maniquí de Diallou se ha desnudado varias veces y ha exhibido a las mujeres inmigrantes subsaharianas cómo se practica la ablación que todas ellas sufrieron antes de su pubertad.

Diallou intenta concienciarlas para que no sometan a sus hijas a la misma mutilación. Corta los tejidos que circundan el clítoris; luego los labios menores; después los mayores. Y así sucesivamente hasta exponer las cuatro modalidades de mutilación genital femenina, que incluyen el cosido de la abertura vaginal en el que se deja un pequeño orificio para orinar y permitir el flujo menstrual. Finalmente, muestra las cicatrices que sufre el maniquí y les expone los daños físicos y psíquicos de la extirpación del clítoris.

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Esta senegalesa, que reside en Bruselas, es la presidenta de GAMS (Grupo de Hombres y Mujeres africanos y europeos para la Abolición de las Mutilaciones Sexuales Femeninas), la organización europea más activa contra la ablación. La integran médicos, enfermeras, psicólogos, abogados y agentes sociales y forma parte del denominado Comité Interafricano que agrupa a 27 países que luchan contra esta práctica. Recibe subvenciones públicas y privadas.

Pregunta. ¿Qué se puede hacer en España para afrontar este problema?

Respuesta. Es muy difícil aconsejar una línea de acción. Depende de la situación y de la mentalidad que hay en España sobre este tema. Y, sobre todo, de las disposiciones del Gobierno español acerca de la mutilación genital femenina.

P. ¿En qué consiste la labor de su organización en Bélgica?

R. Llevamos trabajando en la sensibilización contra las mutilaciones desde 1995. Estamos en contacto con los centros de planificación familiar y las clínicas que se ocupan de los problemas médicos y psicológicos femeninos. Les hemos sensibilizado de la existencia de la ablación y de sus consecuencias. Intentamos exponer este problema tanto a las comunidades africanas que residen aquí como a la europea.

P. ¿Cómo se acercan a las inmigrantes africanas para abordar el problema?

R. Organizamos encuentros mensuales entre mujeres africanas para discutir los asuntos que les interesan: los cuidados de sus hijos, su alimentación. Una comadrona les explica el funcionamiento del cuerpo humano y abordamos los problemas de la salud y las consecuencias de la mutilación genital femenina.

P. ¿Y para proteger a aquellas que no desean que se mutile a sus hijas?

R. Atendemos a las mujeres africanas que vienen a nuestra asociación tanto porque ellas han sufrido la ablación como las que lo hacen para proteger a sus hijas contra estas prácticas. Les ayudamos a completar las peticiones de demanda de asilo motivadas por la ablación.

P. GAMS es partidaria de penalizar estas prácticas.

R. Hemos dado nuestro apoyo a una comisión del Parlamento que en el marco de una nueva ley de protección de menores ha introducido un artículo específico sobre la ablación, prohibiendo estas prácticas y castigando a cualquier persona, padres, curanderas, médicos, etcétera, que la practiquen en Bélgica o en el extranjero. Sobre todo ciudadanos que vivan en Bélgica.

Esta ley dispensa al doctor del secreto médico si tiene conocimiento de una mutilación que ha sido practicada sobre una mujer o una niña o si se entera de que los padres tienen la intención de mutilar a su hija. De esta forma el médico puede denunciar los hechos a las autoridades. La ley prevé que la prescripción comienza a la mayoría de edad de la mujer que ha sufrido la mutilación, lo que obliga todavía más a hacerles dudar sobre la conveniencia de llevar a cabo esta práctica.

P. Todos los expertos coinciden en que la solución a este problema es larga y difícil. ¿Aprecian ustedes alguna mejora?

R. Cada vez recibimos a más mujeres que nos piden ayuda para proteger a sus hijas de las mutilaciones que se hacen en Europa o en África. Tenemos más demanda de información de los hospitales, de las clínicas, de las escuelas y de las universidades sobre cómo tratar a las mujeres mutiladas. Somos optimistas.

Fatou Ceka, gambiana de 43 años, e Isabel Riesa, guineana, 53, agentes de salud comunitaria en Barcelona, han acompañado a Diallou en sus pioneras experiencias en el Maresme. Ambas reconocen que a las reuniones de la presidenta de GAMS con su maniquí acudieron 'pocas inmigrantes', pero muy interesadas por el tema. Conseguir que las inmigrantes subsaharianas asistan a estas reuniones es una tarea difícil. Sus maridos se oponen. En Zaragoza, donde se han detectado seis casos, a la primera convocatoria del ginecólogo Mauricio Tajada, 36 años, las mujeres gambianas no acudieron.

Khadidiatou Diallou, sengalesa, una de las líderes contra la ablación en Europa.
Khadidiatou Diallou, sengalesa, una de las líderes contra la ablación en Europa.

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Sobre la firma

José María Irujo
Es jefe de Investigación. Especialista en terrorismo de ETA y yihadista, trabajó en El Globo, Cambio 16 y Diario 16. Por sus investigaciones, especialmente el caso Roldán, ha recibido numerosos premios, entre ellos el Ortega y Gasset y el Premio Internacional Rey de España. Ha publicado cinco libros, el último "El Agujero", sobre el 11-M.

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