_
_
_
_
_
LA OFENSIVA TERRORISTA

Una persistente campaña de acoso

ETA ha terminado con la vida de Santiago Oleaga después de una persistente campaña contra El Diario Vasco, el de mayor difusión de Guipúzcoa. Ya en junio de 1977 fue asesinado el consejero delegado del grupo, Javier de Ibarra, tras permanecer un mes secuestrado, y en noviembre de 1978 resultó muerto Fernando Rodríguez, colaborador del periódico.

Pero el acoso se ha intensificado en el último año y medio, cuando este diario ha convivido con el intento de atentado contra un miembro de su Consejo de Administración y cinco ataques contra sus instalaciones.

En febrero pasado, la policía descubrió que el comando Ttotto tenía instrucciones para penetrar en el edificio del periódico en San Sebastián y dinamitarlo con varias mochilas cargadas de explosivos y temporizadores. Los etarras recibieron textualmente estas órdenes: 'Decidid vosotros cómo hacerlo y ánimo. ¡A ver como tiráis el chiringuito! ¡Romper, destruir y reventar!'.

Un mes después, la captura del comando Gaua permitió conocer que sus miembros habían seguido durante cinco semanas al director de El Diario Vasco, José Gabriel Mujika. Sus datos fueron facilitados a un liberado (pistolero a sueldo) de la banda.

En octubre de 2000, ETA envió una bomba camuflada en un libro al domicilio de José María Muguruza, decano del Colegio de Abogados y consejero de la empresa editora del diario.

Además, el periódico ha sufrido varios ataques con cócteles mólotov y huevos con pintura contra sus oficinas en Tolosa, Eibar y San Sebastián. Un grupo de simpatizantes de HB, encabezado por Joseba Permach, se concentró en diciembre frente a su sede en San Sebastián con pancartas contra la 'Brunete mediática'.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_