El Gobierno argentino intenta convencer a los sindicatos de Aerolíneas

El Gobierno argentino convocó ayer a una reunión a los siete sindicatos de Aerolíneas Argentinas con el fin de intentar llegar a un acuerdo para que depongan su actitud y acepten el plan de viabilidad propuesto desde la Sociedad Española de Participaciones Industriales (SEPI) para la salvación de la compañía. En la reunión, que continuaba a las dos de la madrugada hora española, participaban los ministros Carlos Bastos y Patricia Bullrich, el jefe de Gabinete, Chrystian Colombo, y los titulares de los siete sindicatos. La mediación del Gobierno argentino ha tenido, por el momento, escaso eco entre los dirigentes sindicales que, poco antes de entrar en la reunión, han amenazado con radicalizar sus protestas si no se retira el Plan Director presentado por la SEPI, llegando a señalar que están dispuestos a no dejar salir ningún vuelo de territorio argentino. Paralelamente, grupos de trabajadores tomaron varias sedes de Iberia y Aerolíneas por todo el país, mientras centenares de empleados se concentraban en el exterior de la Jefatura del Gabinete, donde se celebra la reunión. El secretario general del sindicato de la Asociación del Personal Técnico Aeronáutico (APTA), Ricardo Cirielli, anunció que presentará un recurso de amparo para impedir que la SEPI suspenda las siete rutas internacionales de Aerolíneas que se decidió la pasada semana. Cirieli declaró que la anulación de estas rutas forma parte del plan de la SEPI y pidió al Gobierno argentino que "ejerza el control sobre estas líneas aéreas y no las deje en manos de intereses privados". Fuentes de la SEPI dijeron ayer que este organismo no ha sido el responsable de la supresión de las siete rutas de Aerolíneas en la que la empresa dejó de operar. "El culpable de que la empresa no puede realizar determinados vuelos es el sindicato APTA, que con su oposición al plan está bloqueando el futuro de la empresa", dijeron esas fuentes. El portavoz de la Presidencia argentina, Ricardo Ostuni, aseguró que la crisis de Aerolíneas será el "tema prioritario" de la agenda del presidente De la Rúa, que analizó la situación con varios miembros de su gabinete. La policía federal de Argentina entró ayer de nuevo en las oficinas centrales de Aerolíneas con el objetivo de encontrar documentación relacionada con la supuesta venta fraudulenta de un simulador de vuelo de la compañía. En España, el portavoz de Infraestructuras del PSOE en el Congreso de los Diputados, José Segura, pidió ayer la comparecencia del ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ante la Cámara, para que aporte explicaciones "detalladas y exhaustivas" sobre la situación de Aerolíneas Argentinas, de la que dijo que se encuentra en "quiebra técnica". Segura indicó que no se puede considerar Aerolíneas como un problema meramente económico por la "trascendencia política que tiene". "Estamos ante un problema esencialmente político, como lo demuestra el hecho de que recientemente han estado en España dos ministros alemanes", dijo. El PSOE ha solicitado también la comparencia del ministro de Fomento, Francisco Álvarez Cascos, para que explique las deficiencias del sistema aeroportuario.