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CAMBIO PRESIDENCIAL EN PERÚ

Alan García dirigirá el principal partido de oposición

El gran ausente de los actos de traspaso de mando en Perú es el hombre que estuvo a punto de arrebatarle el triunfo a Alejandro Toledo en las elecciones presidenciales de junio pasado. Alan García, líder de la Alianza Popular Revolucionaria Americana (APRA), el histórico partido peruano, ha preferido disfrutar del verano parisiense y no tiene previsto su regreso a Perú hasta dentro de 10 días, a pesar de haber sido invitado a los distintos actos de este fin de semana.

El ex presidente Alan García será el líder de la oposición, al frente del segundo grupo parlamentario (28 congresistas en una Cámara de 120 escaños) y del partido político más estructurado.

El líder aprista ha prometido una actitud de colaboración con el nuevo presidente y, paralelamente, se dispone a llevar a cabo la modernización del partido y su apertura a amplios sectores de la sociedad. Una tarea poco menos que titánica a juzgar por la resistencia de la vieja guardia aprista a los aires de renovación.

En el primer discurso que pronunció en Lima a su regreso a Perú, García habló por primera vez de la necesidad de una refundación del partido. La palabra gustó a muchos peruanos no apristas, pero, paradójicamente, sentó muy mal a sus camaradas, temerosos de perder sus pequeños feudos partidarios. Comenzó una rebelión silenciosa contra Alan García que se ha hecho sentir después de las elecciones.

Olvidan los dinosaurios del APRA que hace seis meses, cuando Alan García tenía vetado su regreso a Perú, las encuestas apenas otorgaban al partido un 3% de las preferencias populares y que el 3 de junio el ex presidente obtuvo cinco millones de votos después de una campaña que giró esencialmente en torno a su carismática figura. 'Viejos líderes que han desaparecido de la vida política se levantan contra la renovación. Tienen miedo de perder su pedacito de influencia en el club, porque el APRA era como un club', señala una fuente muy cercana al partido.

Esta semana García ha enviado una carta dirigida a los militantes, simpatizantes y votantes del APRA en la que les invita a la reflexión y les recuerda que los votos obtenidos en las pasadas elecciones proceden, en su mayoría, de personas independientes.

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'El gran reto que tiene el partido', dice, 'es mantener su relación con esa inmensa fuerza ciudadana, porque de ello dependerá la gravitación social del aprismo. No podemos olvidar que hace un año la votación presidencial del aprismo se redujo a 150.000'. García advierte a sus seguidores de que 'sólo un mensaje social moderno y abierto mantendrá la actitud favorable de los peruanos hacia el partido. De lo contrario, la votación o aceptación podrían reducirse nuevamente'.

El jefe de la oposición propone 'la modernización y relanzamiento' del aprismo y recuerda a los inmovilistas que lo importante no es la palabra refundación, 'sino las medidas con las cuales lograremos que el partido se modernice, se actualice, refunde la política social en el país y, sobre todo, mantenga su relación con los cinco millones de votos que ahora hemos obtenido, y con muchos peruanos más'.

Los próximos meses demostrarán cuán factible es la transformación de un partido político monolítico en un movimiento popular de amplia base. Quienes conocen a García subrayan que su ausencia de Perú desde hace más de un mes ha sido, entre otras cosas, un mensaje a su propio partido y, sobre todo, a quienes no quieren el cambio.

El ex presidente volverá a su país para asumir un papel al que no está acostumbrado -jefe de la oposición- con la esperanza de ser la alternativa al presidente Alejandro Toledo dentro de cinco años. Sus adversarios, fuera y dentro de sus filas, le esperan no precisamente con las mejores intenciones.

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