Los talibán esconden a Bin Laden ante la amenaza de un ataque inminente
La creciente amenaza de un ataque de EE UU obligó ayer al régimen de los talibán a ocultar al terrorista saudí Osama Bin Laden en algún lugar de Afganistán. Así lo confirmó ayer en Islamabad el clérigo Abdul Salam Zaif, embajador del régimen de Kabul en Pakistán, quien explicó que el presunto responsable de los ataques contra EE UU se halla bajo control talibán 'por su propia seguridad'.
Hasta ahora, los talibán habían asegurado desconocer el paradero del exiliado saudí. Sin embargo, el avance de la oposición afgana de la Alianza del Norte y las informaciones sobre deserciones de combatientes en sus propias filas parecen haber sembrado la inquietud en el régimen de Kabul, que teme un inminente ataque de represalia de EE UU.
Tony Blair, el principal aliado internacional del presidente George W. Bush, ha asegurado que ha visto 'pruebas irrefutables' que relacionan a Bin Laden con los atentados del 11 de septiembre. El primer ministro británico anunció también que las bases de entrenamiento de los talibán en suelo afgano serán los primeros objetivos de las fuerzas de una coalición aliada contra el terrorismo internacional. Medios de comunicación británicos y rusos adelantaron ayer que la primera intervención contra los talibán se producirá de inmediato, en un plazo no superior a las 48 horas. EE UU y el Reino Unido cuentan con suficientes tropas y armamento en torno a Afganistán para desplegar un ataque limitado, mediante bombardeos convencionales.
El Gobierno de Arabia Saudí rectificó ayer informaciones recientes y anunció que no tiene intención de ceder ninguna de sus bases militares para acciones de represalia contra Afganistán.
Mientras se ultima la operación armada, la oposición afgana sigue reunida en Roma en torno a la figura del ex rey Mohamed Zahir Shah. El antiguo monarca advirtió ayer de que, en caso de llegar a formar una coalición de unidad nacional, no excluirá a los talibán.
