Pocas opciones para ubicar la base de EE UU en Afganistán
Estados Unidos quiere tener una base dentro de Afganistán para mejorar la conducción de la guerra. Pero las alternativas son escasas.
- Mazar-i-Sharif, en el norte y cerca de la frontera con Uzbekistán. Dispone de un aeropuerto civil con una enorme pista en la que pueden aterrizar aviones tipo Boeing 747 o Galaxy. Todavía en manos de los talibanes, el aeropuerto tiene ventajas geográficas, pues está situado cerca de la frontera del país en el que hay una mayor concentración de tropas norteamericanas y puede facilitar las operaciones humanitarias en el centro de Afganistán, donde la situación es más grave.
- Bagram, a 35 kilómetros al norte de Kabul. Según fuentes de la Alianza, este aeródromo militar, vital durante la etapa soviética, es el que reúne las condiciones óptimas por su ubicación en el centro de la llanura de Shomalí. Los estadounidenses deberían reparar su pista (en la que ha crecido la hierba) y dotar a la torre de control de todos los instrumentos, desde los más sencillos a los más sofisticados, para que los aviones puedan aterrizar y despegar con seguridad.
- Golbahar, en la boca del valle del Panchir. Las maquinas han trabajado a destajo -y en secreto- en las últimas semanas para mejorar el aeropuerto. La pista de arena ya ha sido cubierta con una capa de cemento. Podría estar activo en pocos días. Por su longitud mediana, más parece destinado a Hércules C-130 y a helicópteros de transporte. Es la opción inteligente, pues es el único que se halla bajo el control de la Alianza del Norte. Tanto Mazar-i-Sharif como Bagram poseen un defecto capital. El primero está en manos de los talibanes y el segundo se encuentra a tiro de su artillería, situada a sólo tres kilómetros. ¿Es ésa la razón de los bombardeos norteamericanos en ese frente de combate?