Gestoras atiende a los encarcelados y controla su disciplina, esencial para la banda
La plana mayor de Batasuna asistió en bloque ayer a la rueda de prensa en San Sebastián con la que Gestoras pro Amnistía, el organismo encargado de la asistencia y el control de los presos y refugiados, respondió a la detención de 12 de sus dirigentes. Arnaldo Otegi, Joseba Permach, Joseba Álvarez, Juan José Petrikorena y el secretario general del sindicato LAB, Rafa Díez, entre otros, arroparon las palabras de Gorka López, a quien tocó ejercer de portavoz de este organismo.
López aseguró que es perceptible un 'impulso político sobre el poder judicial' destinado a provocar estas operaciones policiales que, a su juicio, no se ajustan a 'procedimientos jurídicos normales' ya que no se emprenden contra presuntos delitos cometidos por personas concretas, sino contra colectivos genéricos. El portavoz aseguró que las actividades de Gestoras en favor de los derechos de los presos tienen una 'transparencia total y absoluta que no encaja ni judicial, ni política, ni de ninguna manera con la pertenencia a banda armada' y está reconocida por la sociedad vasca. 'Y también lo sabe [Baltasar] Garzón', dijo, para añadir que las operaciones de este juez han sido rectificadas por la Audiencia Nacional en repetidas ocasiones y el sumario en que se inscribe esta actuación 'está desacreditado' por la sección cuarta de la Audiencia.
Gestoras celebrará hoy una asamblea nacional con el fin de estudiar cómo van a continuar su trabajo con los presos tras la detención de su dirección. Su portavoz no precisó dónde se celebrará pero convocó a la misma a todos los que hayan trabajado en favor de los derechos de los presos. Y anunció movilizaciones diarias en los pueblos hasta el sábado, día en que se han convocado manifestaciones en las capitales vascas y Pamplona bajo el lema 'Dejad en paz a Euskal Herria. Amnistía y libertad'.
Formada por una red de un centenar de células locales, Gestoras pro Amnistía es una organización creada por KAS en 1979, tras la decisión de ETA de mantener la violencia después de la aplicación de la amnistía que supuso la excarcelación de todos los presos etarras del franquismo. Su labor ha consistido durante estos años en la asistencia a los presos, tanto en sus necesidades humanas como jurídicas, y en atender económicamente a los familiares para que les ofrezcan apoyo y protección.
Junto a la defensa de sus derechos, Gestoras ha ejercido estos años una función primordial para ETA: velar por la unidad del colectivo de reclusos para evitar las deserciones. Su férreo control sobre ellos ha permitido superar muchos escollos, como los embates de la política de reinserción que, a principios de los año 90, amenazó seriamente la unidad de los presos que llegaron a expresar su renuncia a los beneficios penitenciarios a los que consideraban una trampa.
