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Los talibanes aseguran que 1.500 afganos han muerto

Los bombardeos de Estados Unidos sobre Afganistán se han cobrado ya 1.500 vidas, según aseguró ayer el embajador del régimen talibán en Pakistán, Abdul Salam Zaif. Este número de muertos, que no ha sido confirmado por otra fuente, es el resultado de la ofensiva que comenzó el pasado 7 de octubre. Zaif calificó la operación de 'genocidio' americano en Afganistán durante una conferencia de prensa en Islamabad.

Zaif, único portavoz del régimen talibán en un país extranjero, acusó a Estados Unidos de bombardear deliberadamente objetivos civiles para provocar la rebelión contra los talibanes. Asimismo incidió en que se están utilizando bombas de racimo camufladas como paquetes de comida para causar más daño. 'Aún queda por probar que esos muertos [los afganos] sean responsables del dolor de las familias de las víctimas de los trágicos atentados del 11 de septiembre', añadió Zaif.

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Para los talibanes, no sólo EE UU es culpable de los bombardeos, sino también la ONU. Abdul Salam Zaif acusó a Naciones Unidas de 'indiferente' ante las 'atrocidades' estadounidenses. 'Mientras centenares de personas mueren todos los días, la ONU es indiferente a estas atrocidades', señaló el embajador talibán.

Ataque a la Cruz Roja

Las bombas volvieron a aterrizar ayer de nuevo sobre un centro de la Cruz Roja, esta vez en la ciudad de Kandahar, capital religiosa del país. Al menos 13 civiles resultaron muertos por una bomba que alcanzó un centro gestionado por la Cruz Roja afgana y una casa adyacente. Un médico que resultó herido en el ataque, Syed Abbas, relató que entre los muertos había mujeres y niños y que el explosivo había causado heridas a otros cuatro doctores.

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No es la primera vez que las bombas alcanzan un centro de la Cruz Roja. Dos almacenes de esta ONG en Kabul fueron bombardeados el pasado día 16 y quedaron destruidos como resultado de la ofensiva.

Además de atacar este centro de la Cruz Roja, el frente talibán situado al norte de Kabul se convirtió en el principal foco de los bombardeos. Fue en esa zona donde los ataques cobraron mayor intensidad, con munición de aviones gigantes B-52, según un periodista de la agencia France Presse.

Precisamente un grupo de talibanes armados se hizo ayer con el control de una oficina del Alto Comisariado de la ONU para los refugiados (ACNUR) en la ciudad de Spin Boldak, muy próxima a la frontera paquistaní. Así lo aseguró Yusuf Hassan, portavoz del ACNUR, que explicó que ese centro servía de aprovisionamiento para los refugiados afganos.

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