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'Misión: matarlos a todos'

Doce militares estadounidenses y británicos dirigieron la represión del motín en Mazar-i-Sharif

Después de dos días largos de combates encarnizados para poner fin al motín que estalló en la fortaleza de Qila-i-Jhangi, a las afueras de Mazar-i-Sharif, el general Abdul Rashid Dostum, el señor de la guerra de esta importante ciudad del norte de Afganistán, anunció ayer que había sido sofocada la rebelíón de los más de 500 presos talibanes. Según Dostum, la mayoría están muertos, pero sus hombres no tomarían posesión total del fuerte hasta la mañana de hoy para evitar posibles trampas con granadas entre los cadáveres. El Pentágono, no obstante, insistió ayer en que la revuelta seguía viva.

Hasta ahora, el episodio más sangriento de la guerra ha sido, sin duda, este motín cuya represión fue dirigida por tropas de élite británicas y nortemericanas (Amnistía Internacional pidió ayer que se investigue esta acusación), según contó en directo el enviado especial del semanario estadounidense Time, Alex Perry, a su jefe en Nueva York, John Flowers, a través de un teléfono satélite. Reproducimos aquí parte de esa conversación, mantenida siete horas después de iniciarse los disparos dentro del fuerte y cuatro horas tras la llegada a la zona los norteamericanos.

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Pregunta. ¿A qué distancia de los combates estás ahora?

Respuesta. A unos doscientos metros.

P. ¿Cuántos hombres están combatiendo?

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R. Unos 800.

P. ¿Cuántos estadounidenses hay?

R. Hay británicos y estadounidenses. Un puñado. Doce, diría yo. Llegaron con dos jeep. Los británicos van de civil; los estadounidenses, de uniforme.

P. ¿No estarán combatiendo solos a esos 800 hombres?

R. Sí. Con el apoyo de la Alianza del Norte. Pero son los estadounidenses los que llevan la la batuta.

P. ¿Cómo que tienen la batuta?

R. Bueno, los estadounidenses y los británicos son los que coordinan, desde el interior del fuerte, los bombardeos sobre una parte del fuerte. También dan la señal de ataque a los combatientes de la Alianza. Están aquí porque los talibanes se apoderaron de varias armas y empezaron a disparar, había dos soldados estadounidenses dentro del fuerte: uno ha sido desarmado y muerto -se llamaba Mike- y otro se encontraba en dificultades y sin municiones. Aún no se sabe si le ha pasado algo, pero ésta es la razón de la operación de salvamento.

P. ¿Cómo empezó todo? ¿Llevaron a los prisioneros en camiones y nadie les registró para asegurarse de que no escondían armas?

R. Sí. Y uno de ellos sacó una granada, la hizo explotar y se mató a sí mismo y a dos comandantes. También resultó herida leve una periodista británica. Poco después los talibantes aprovecharon que un periodista estaba entrevistando a un preso para apoderarse de las armas de los militares de la Alianza del Norte y mataron al menos veinte de ellos. La Alianza perdió el control del fuerte.

P. ¿Qué fue lo que les hizo empezar?

R. Pienso que todo fue por el periodista británico, por el mero hecho de ver a un occidental.

P. ¿El resultado?

R. Parece que, de momento, han muerto 300 o 400 talibanes. La misión de los estadounidenses y de los británicos es, ahora, matarles a todos.

Un miembro de las fuerzas especiales británicas camina junto a la fortaleza de Mazar-i-Sharif.
Un miembro de las fuerzas especiales británicas camina junto a la fortaleza de Mazar-i-Sharif.ASSOCIATED PRESS

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