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Nuevas pistas refuerzan el papel de España como una base de la planificación del 11-S

Un responsable del 'comando' estaba en Madrid una semana antes de los atentados

El agradecimiento de George Bush, presidente de EE UU, a José María Aznar durante su reciente visita a Washington por la 'información de gran ayuda' facilitada por la policía española sobre los atentados del 11 de septiembre no es gratuito. Todo apunta a que Alemania fue el país en el que se organizaron los ataques, y España, un punto de apoyo cuya importancia aún está por desvelar. Ya se sabía que el piloto suicida Mohamed Atta viajó a Madrid dos meses antes de los atentados. Ahora se sabe además que también lo hizo Ramzi Bin al Shibh, su compañero de piso en Hamburgo.

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La amplia red internacional del español Abu Dahdah
Texto íntegro:: El auto de Garzón

Ramzi Bin al Shibh, uno de los aspirantes a piloto que finalmente no pudo participar en los atentados del pasado 11 de septiembre en EE UU y al que se considera responsable de logística del grupo, viajó a Madrid una semana antes de que Mohamed Atta, su compañero de apartamento en Hamburgo (Alemania), estrellara el primero de los aviones secuestrados contra las Torres Gemelas en Nueva York. Bin al Shibh es el segundo terrorista de Al Qaeda que visitó España antes del ataque terrorista -primero lo hizo Atta en enero y julio-, sin que la policía haya conseguido saber a qué vinieron ambos en fechas tan significadas.

La policía española ha obtenido una información relevante sobre los atentados del 11 de septiembre, pero a medida que avanza la investigación se demuestra que la presencia de Al Qaeda en España va más allá de una cómoda retaguardia.

La presencia en Madrid el pasado mes de julio de Atta, uno de los aviadores suicidas, continúa siendo una incógnita que intriga a los investigadores. Atta voló desde Miami a Madrid, navegó por Internet en una máquina del aeropuerto de Barajas, alquiló un coche y recorrió la costa mediterránea varios días, antes de regresar a EE UU. Ahora, el rastro en la capital española de Shibh, su compañero de piso y amigo, añade aún más interés al caso.

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Ramzi Bin al Shibh, yemení de 29 años, 1,72 metros de estatura y calva incipiente -según lo describe la Oficina Federal de lo Criminal (BKA) de la policía alemana- abandonó el pasado mes de septiembre su refugio en Hamburgo (Alemania) y voló a Madrid donde su pista se esfuma envuelta en el misterio que todavía rodea al atentado contra el Pentágono y las Torres Gemelas que provocó 3.700 muertos.

Bin al Shibh era uno de los principales contactos en Alemania de Imad Eddin Barakat, Abu Dahdah, 38 años, español de origen sirio, vecino de Madrid y dirigente de la célula de 11 miembros de Al Qaeda (La Base), organización terrorista de Osama Bin Laden, desarticulada recientemente en Madrid por su presunta relación con los atentados en EE UU. Una operación que su presidente George Bush ha agradecido públicamente a José María Aznar, su homólogo español.

Preguntas sin respuesta

La policía española sigue con interés la pista fugaz de Bin al Shibh en Madrid, donde supuestamente pasó varios días, e intenta contestar a una pregunta simple, pero de difícil respuesta: ¿A qué vino a España este terrorista una semana antes de la masacre en el centro del país más poderoso del planeta? ¿Se entrevistó con Barakat, el responsable de la célula española que todavía no había sido desarticulada?

Los pilotos que estrellaron los aviones secuestrados recibieron dos llamadas desde Madrid días antes del ataque terrorista. Las comunicaciones se hicieron desde un teléfono de un bar situado junto a una concurrida mezquita. ¿Fue Bin al Shibh quien les telefoneó? Ésta es una hipótesis que se baraja, pero que no se ha confirmado todavía.

Al parecer, el terrorista entró en España con el nombre falso de Ramzi Mohamed Abdelá Omar. El semanario alemán Der Spiegel asegura que el miembro de Al Qaeda llegó a Madrid el 5 de septiembre procedente de Düsseldorf (Alemania) y que no utilizó un billete de regreso con la compañía Lufthansa, fechado el 19 del mismo mes. Fuentes policiales españolas reconocen que se investiga la presencia de Bin al Shibh en Madrid en esas fechas, pero muestran un hermetismo total. Lufthansa declina confirmar la presencia de sus pasajeros.

Los agentes de la Brigada Exterior que investigan las células durmientes de terrorismo islámico en España -alrededor de 200 sospechosos- y el propio juez Baltasar Garzón, que dirigió la operación contra el grupo de Al Qaeda que lideraba Abu Dahdah, sospechan que Bin al Shibh se encuentra ya fuera de España. Las gestiones para su búsqueda en Madrid han resultado infructuosas.

El magistrado de la Audiencia Nacional cita varias veces en su auto de prisión a este personaje, lo vincula con los detenidos en España y, sin mencionar su paso por Madrid, señala: 'Unos días antes de los atentados Bin al Shibh huye de Alemania y parece ser que se encuentra actualmente en algún país árabe de la zona de Oriente Medio'.

El pasado 21 de septiembre, la Fiscalía alemana tramitó una orden de captura contra Bin al Shibh. Desde entonces su fotografía, con bigote, pelo corto y cara de no haber roto un plato, figura en la página web de la poderosa Oficina Federal de lo Criminal (BKA), la misma policía que al día siguiente del atentado descubrió el apartamento en el número 54 de la calle Marienstrasse, en Hamburgo, donde vivieron Atta, Said Bahaji y el propio Bin al Shibh. Un hogar, en apariencia cálido y tranquilo, desde el que se diseñó la mayor agresión armada contra EE UU desde el ataque de Pearl Harbor.

Bahaji, que con Shibh comparte el cartel de los más buscados por Alemania, es el propietario de la agenda en la que aparecía el teléfono 0034 1-6464549 de la antigua casa en Fuenlabrada (Madrid) de Abu Dahdah, el dirigente de la célula española desmantelada por la policía. Un hombre religioso, tranquilo y educado, casado con una española y padre de cuatro hijos, que tras el ataque terrorista permaneció cinco días sin salir de su actual vivienda en la madrileña calle de Pablo Neruda.

La conexión alemana

La conexión de Abu Dahdah con la célula alemana que organizó y planificó el atentado terrorista es más que sospechosa. Bahaji, el propietario de la agenda donde aparecía su teléfono, es también piloto y no participó en la acción porque las autoridades norteamericanas le negaron el visado de entrada. Una semana antes del 11 de septiembre dejó el apartamento y se refugió en Pakistán. Sigue desaparecido.

Bin al Shibh pretendía formarse como piloto en la escuela Florida Flight Center (FFTC), en la que consiguieron su título Atta y Al Shehhi, dos de los aviadores suicidas. Pagó su matrícula, pero se le denegó el permiso de entrada en EE UU y no pudo cumplir su sueño. Fuentes policiales de la BKA alemana le atribuyen la labor de coordinar la logística del grupo que perpetró el ataque terrorista contra el Pentágono y las Torres Gemelas.

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