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Marcel Reich-Ranicki se jubila de su popular programa de libros en televisión

El influyente crítico dirigirá un nuevo espacio en el que polemizará sobre la cultura

Durante 13 años, El cuarteto literario ha sido la institución literaria más popular de Alemania, un programa de televisión bimensual en el que el crítico Marcel Reich-Ranicki reunía a tres de sus colegas para alabar o destrozar un puñado de libros y, en ocasiones, lanzar a un escritor a la fama, como sucedió con Javier Marías. Con una audiencia de 600.000 espectadores, los responsables han dado por agotada la fórmula. El cuarteto literario se emitió ayer por última vez, con un programa especial realizado en la residencia del presidente alemán, Johannes Rau. Reich-Ranicki, sin embargo, seguirá, a sus 81 años, en la televisión, con un programa para él solo en el que piensa polemizar sobre todo tipo de temas culturales.

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Como el propio Marcel Reich-Ranicki ha admitido en sus memorias, Mi vida, y ha repetido en numerosas ocasiones, El cuarteto literario era más una especie de espectáculo literario televisivo que una crítica profunda y fundamentada. El esquema siempre era el mismo: Reich-Ranicki y sus tres compañeros (dos críticos de plantilla y un invitado) presentaban cada uno un libro que les había gustado. Luego, los demás se abalanzaban sobre la obra.

El debate podía ser feroz: de por sí un hombre sin pelos en la lengua, Reich-Ranicki gozaba visiblemente ensayando todas suerte de salidas verbales, muchas de ella explícitamente dirigidas a entretener al público. Sus tajantes juicios son famosos en Alemania: 'La literatura no debe aburrir nunca', 'los poetas no saben narrar', 'todos los libros alemanes con más de 500 páginas son malos'.

Algunos espectadores terminaron por ver el programa no por las obras debatidas, sino por el choque de personalidades. El último y más espectacular de ellos fue el que mantuvo Reich-Ranicki y la crítica Sigrid Löffler, quien llevaba 12 años en el programa. Sucedió el verano del año pasado, la diferencia de opiniones sobre una novela altamente erótica del japonés Haruki Murakami condujo a una escalada de insultos, en la que Reich-Ranicki llegó a decir que su colega 'tenía problemas con el sexo' y que por ello no entendía de este tipo de literatura. Löffler abandonó el programa en medio del festín que con este asunto se dio la prensa amarilla.

La capacidad de difusión de libros con esta fórmula de literatura-espectáculo, sin embargo, era gigantesca, según admiten incluso los detractores del programa. A la par iba su influencia en el mercado: en el mismo instante en el que los cuatro críticos lograban ponerse de acuerdo sobre la calidad de una obra, nacía un fenómeno de ventas. El mejor ejemplo de ello fue lo que sucedió con Corazón tan blanco, de Javier Marías: antes de su presentación en el El cuarteto literario, autor y obra eran desconocidos en Alemania. Después, Corazón tan blanco y las demás obras de Marías se convirtieron en éxitos de venta no sólo en este mercado, sino en toda Europa.

A otros autores no les fue tan bien. Reich-Ranicki se ensañó fuertemente con grandes de la literatura alemana, como el premio Nobel Günter Grass o el novelista Martin Walser. En estos dos casos, la dureza de los juicios estéticos acabó en enemistades personales, pero no repercutió demasiado en las cifras de venta. Ambos autores, al fin y al cabo, son consagrados. Para los más jóvenes y desconocidos, siempre era preferible una mala reseña en el Cuarteto que no ser mencionados en absoluto.

Marcel Reich-Ranicki estaba cansado del ritmo de El cuarteto literario y los responsables de la segunda cadena de televisión alemana, la ZDF, estaban convencidos de que la fórmula se había agotado. Cerca de 600.000 personas veían el programa, pero la audiencia no se incrementaba, ha sido otro de los argumentos para cancelarlo. Esta sustitución de la tertulia por un monólogo ha gustado poco a la Asociación de Escritores Alemanes, que ayer criticó a la ZDF por cancelar el programa sin tener una alternativa a mano. La cadena de televisión se apresuró a afirmar que ya está trabajando en un nuevo formato televisivo para la literatura.

Literatura clásica

El cuarteto literario fue despedido ayer con todos los honores. A petición del propio presidente alemán, Johannes Rau, el último programa se grabó en su residencia, el castillo Bellevue, en Berlín. En un homenaje a la literatura clásica alemana que tanto adora Reich-Ranicki, uno de los cuatro libros presentados fue el Werther, de Goethe.

Marcel Reich-Ranicki, nacido en Polonia el 2 de junio de 1920, es un hombre de indudable fortaleza. Con su esposa, Tossia, un año mayor que él, logró huir del gueto de Varsovia y ambos pasaron muchas penalidades antes de poder instalarse en Alemania, donde ahora residen en Francfort. Además de su nuevo programa, Reich-Ranicki seguirá con sus libros. En España, Galaxia Gutenberg y Círculo de Lectores publicarán una selección de sus ensayos.

Marcel Reich-Ranicki.
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