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Reportaje:FÚTBOL

El Madrid exprime el filón de Figo

La compañía petrolera Galp explotará la imagen del jugador luso durante cuatro años por 4,5 millones de euros, y más de la mitad serán para el club blanco

Santiago Segurola

La novedosa relación contractual de Luis Figo con el Real Madrid comienza a ofrecer las ventajas para las dos partes que se apuntaban en el momento de su fichaje. Galp, la principal empresa petrolera de Portugal, está a punto de anunciar la incorporación del jugador del Madrid como parte de su nueva imagen corporativa. Aunque la compañía no ha desvelado las cifras del contrato, se estima que el monto total se situará en torno a 4,5 millones de euros (unos 750 millones de pesetas) por un periodo total de cuatro años. De esta cantidad, el Madrid obtendrá algo más del 50%, según lo estipulado en el contrato firmado por el futbolista portugués y el club español, que obtuvo de Figo los derechos de imagen a cambio de un alto porcentaje en los futuros acuerdos publicitarios. El inminente compromiso se agrega al recientemente establecido por Coca-Cola con el jugador del Madrid. En este caso, la operación se cifró en 3,5 millones de euros durante tres años. Con estos antecedentes, el Madrid se asegura un retorno económico cercano a 4,8 millones de euros (810 millones de pesetas). Florentino Pérez, presidente del Real Madrid, aseguró en el momento del fichaje de Figo que aquella operación traería consecuencias novedosas al fútbol, y una de ellas pasaba por el aprovechamiento de la sociedad de la imagen de los jugadores, lo que él definió como 'la dimensión que tienen en el mercado económico y publicitario'.

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Galp es el gigante petrolero de Portugal, y probablemente la empresa de mayor proyección en el mercado internacional en estos momentos. En la actualidad cuenta con 900 puntos de venta, algunos de los cuales están instalados en territorio español. Su relación con Figo se engloba en los cambios de imagen corporativa que se darán a conocer en los próximos días. Figo es un héroe nacional y, sin duda, uno de los ciudadanos portugueses más conocidos en el mundo. En los dos últimos años se le ha concedido el Balón de Oro como mejor futbolista de Europa y ha recibido el premio de la FIFA como mejor futbolista mundial en 2001. A su reconocimiento profesional se añade la repercusión -tanto en el terreno social como en el económico- de su fichaje por el Real Madrid tras varias temporadas en el Barcelona. Figo hizo uso de la cláusula de rescisión -10.000 millones de pesetas- para abandonar al club azulgrana y firmar por el Madrid. Hasta el traspaso por 13.000 millones de Zidane, era el mayor desembolso por un jugador en la historia del fútbol.

Florentino Pérez consideró que, por encima de su abultada cuantía, el fichaje de Figo ofrecía posibilidades mercantiles inexploradas hasta entonces. De alguna manera, el contrato iniciaba una nueva práctica en el Madrid y en el fútbol. Por ahora, lo normal es que los derechos de imagen pertenezcan a los jugadores, que gestionan sus derechos publicitarios de forma particular. Pero, sobre todo, las sociedades de imagen de los jugadores han sido subterfugios para cobrar parte de sus fichas anuales con una menor presión fiscal. A esta realidad se añadía la desconfianza de los futbolistas en el interés y la capacidad de los clubes por procurarles contratos de publicidad, puesto que la mayoría de las sociedades no disponen de una apropiada estructura de mercadotecnia. Florentino Pérez sostuvo desde el principio que debía ocurrir lo contrario. Un amplio aparato comercial y de mercadotecnia en un gran club siempre es más eficaz en la aproximación a las grandes marcas, y en sus relaciones con ellas, que el agente de un jugador.

En el caso de Figo, el futbolista entregó al club toda la capacidad para negociar los contratos de imagen, a sabiendas de que el Madrid haría todo lo posible por buscarle clientes, puesto que sería la mejor manera de ingresar altas sumas de dinero en la entidad. El acuerdo con Coca Cola, que utilizará a Figo profusamente durante el próximo Mundial, se consideró como la primera pieza de lo que debe ser un nuevo equilibrio en las cuentas del club. Según esta idea, la salud financiera de los clubes no pasa exclusivamente por la contención del gasto, sino por la máxima explotación de otras áreas, entre ellas los derechos publicitarios y televisivos. En este contexto, el jugador de fútbol tiene el valor añadido de su imagen y de su penetración social, aspectos que necesitan de una gestión que hasta ahora ha sido inexistente. Un dirigente del Madrid declaró tras el acuerdo Figo-Coca Cola que 'las grandes compañías casi siempre están atraídas por los valores que se asocian a las estrellas del fútbol, hasta el punto de que el interés no ha decrecido a pesar de la depresión publicitaria que se atraviesa en los últimos meses'.

La pretensión del club madrileño es continuar con la rápida escalada de los ingresos obtenidos por la vía de la mercadotecnia y la publicidad. Descontada la cifra procedente de la venta de la Ciudad Deportiva, se estima que los ingresos totales del Real Madrid alcanzarán los 25.000 millones de pesetas (150 millones de euros). De ellos, el 22% corresponderán al mercado de la imagen. Las previsiones apuntan a que en un próximo futuro ese porcentaje alcance el 40%, lo que supondrá un alto margen de maniobra financiero.

El Barcelona no lo aprovechó

Durante su larga etapa en el Barça, la relación contractual de Figo no contemplaba la cesión de los derechos de imagen al club. Ninguna de las dos partes salió beneficiada en el aspecto de ingresos. Por supuesto, el Barça no obtuvo una sola peseta por los contratos publicitarios de su jugador. Y Figo apenas sacó rendimiento a su fama de estrella. Protagonizó un anunció con la empresa francesa Danone, por el que recibió 30 millones de pesetas. Todos los demás acuerdos fueron de carácter menor. Estas cifras representan la vigésima parte de lo que percibirá por su relación con Coca Cola y Galp. Figo no es un caso peculiar en la política de contratos del Real Madrid. Desde la llegada de Florentino Pérez a la presidencia, todos aquellos jugadores que fichen por el Real Madrid tendrán que ceder sus derechos de imagen al club, a cambio de un alto porcentaje de los ingresos que eventualmente se obtengan. También sucederá con los jugadores que renueven sus contratos. Por el contrario, Raúl, que renovó su contrato en los últimos meses de la presidencia de Lorenzo Sanz, gestiona sus propios derechos de imagen. Zidane tampoco es ajeno a esta nueva práctica. Sin embargo, a diferencia de Luis Figo, el jugador francés tiene una amplia cartera publicitaria. Su imagen está asociada a seis grandes compañías, entre ellas Evian y Ford. El Real Madrid busca ahora nuevas posibilidades para uno de los principales difusores de imagen en el fútbol mundial. Le conviene hacerlo, a la vista de los réditos que le han supuesto los dos grandes contratos de Luis Figo.

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