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El IRA afianza la paz en el Ulster con otra destrucción de armas

La comisión internacional verifica la 'sustancial' inutilización de armamento

La paz se consolida en el Ulster. El IRA (Ejército Republicano Irlandés) dio ayer un nuevo espaldarazo al proceso de paz en Irlanda del Norte con un nuevo acto de destrucción de parte de sus arsenales, el segundo desde el que abrió el desarme del grupo terrorista católico el 23 de octubre del año pasado. La noticia, esperada desde hace unas semanas, fue bienvenida por las fuerzas políticas moderadas de ambos bandos en Belfast y por los Gobiernos de Dublín y Londres.

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El desarme, anunciado ayer por la mañana por un comunicado del IRA, fue confirmado enseguida por los observadores internacionales que actúan de notarios de la destrucción de los arsenales republicanos. Los observadores, liderados por el general canadiense John de Chastelain, informaron de inmediato a los Gobiernos británico e irlandés a través de un comunicado. 'Queremos informarles de que hemos sido testigos de un acontecimiento en el que la cúpula del IRA ha puesto fuera de uso una variada y sustancial cantidad de municiones, armas y material explosivo', dice el texto de los observadores con su habitual discreción.

Como en octubre pasado, no dicen ni dónde, ni cómo ni cuántas armas han sido destruidas o inutilizadas en depósitos sellados para siempre. Pero si entonces calificaron de 'significativo' el acontecimiento y se refirieron a 'cierta cantidad de armas', en esta ocasión hablan ya de 'una sustancial cantidad'. En el primer acto de desarme lo importante era la destrucción, aunque fuera de una sola arma. Ahora lo importante es que aquello no fue un acto aislado, sino el primer paso para abrir un proceso de desarme, y que la cantidad de armamento destruido ahora puede ser significativa.

No es casual que este segundo acto de desarme del IRA se haya producido justo ahora, seis meses después del primero. Es un periodo lo bastante corto como para que no parezcan dos actos separados y lo bastante largo para que los hombres fuertes de la actual dirección, entre los que nadie duda que se encuentran Gerry Adams y Martin McGuinness, los dos líderes del Sinn Fein, el brazo político del IRA, acallaran el descontento de los republicanos que consideran que la destrucción de los arsenales es una humillante entrega de armas.

Renuncia a la violencia

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Permite también ratificar la voluntad del IRA de renunciar a la violencia en un momento en que la Administración del presidente de Estados Unidos, George W. Bush, bastante menos sensible hacia el proceso de paz que la de su antecesor, Bill Clinton, empieza a dudar de la verdadera voluntad de los republicanos después de que tres militantes del Sinn Fein fueran detenidos en territorio controlado por la guerrilla de las FARC en Colombia.

Es también, en fin, la mejor propaganda para Gerry Adams ante las elecciones generales en Irlanda, el próximo mes de mayo, en las que el Sinn Fein espera multiplicar por cinco o seis su actual escaño.

Adams dio ayer la bienvenida al gesto del IRA, que calificó de 'enorme'. El primer ministro británico, Tony Blair, afirmó en Praga, donde se encuentra de visita, que se trata de 'una noticia inmensamente significativa', y comparó los avances en Irlanda del Norte con los problemas en Oriente Próximo, donde a su juicio no hay un verdadero proceso de paz.

El líder protestante moderado y ministro principal de Irlanda del Norte, David Trimble, subrayó que el segundo decomiso de armas del IRA 'confirma que lo que ocurrió en octubre fue un proceso y no un gesto aislado'. 'Algunos unionistas opuestos al Acuerdo de Viernes Santo dijeron que nunca veríamos ningún acto de desarme; y lo vimos. Luego dijeron que era un acto aislado y que no habría más desarmes; pero los ha habido', declaró con enorme satisfacción este unionista moderado que siempre parece en la cuerda floja y siempre acaba ganando sus desafíos a los radicales que amenazan su liderazgo. Éstos, los radicales, restaron ayer valor al desarme del IRA, que calificaron de 'una treta'.

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