Le Pen afirma que poseer armas garantiza 'la legítima defensa'
El líder ultraderechista Jean-Marie Le Pen acusó ayer al Gobierno de privar a los franceses de 'su derecho natural de legítima defensa', al endurecer la legislación sobre las armas, 'cuando la inseguridad nunca ha sido tan importante en el territorio nacional'. Esta reacción se produce tras las restricciones a la posesión de armas por particulares, tomadas el jueves por el primer ministro, Lionel Jospin, bajo la presión de tragedias como la del 27 de marzo, cuando un perturbado asesinó a ocho concejales en el Ayuntamiento de Nanterre.
Le Pen lo ve de otro modo. 'No se retira de la circulación los coches de gran cilindrada porque un borracho al volante de uno de ellos cause un accidente grave', argumenta el presidente del Frente Nacional, al que los sondeos sitúan en tercera posición entre los aspirantes a presidente de la República. Critica la prohibición de las armas de guerra -hasta ahora permitidas como una categoría de tiro deportivo-, que 'contribuyen desde siempre a asegurar la pacificación de nuestros campos', y lamenta que los usuarios de otros tipos de armas vayan a caer bajo el peso de la ley.
Los particulares poseen 753.000 armas autorizadas en Francia, según datos del Ministerio del Interior. La regulación permite disponer hasta de 12 armas por persona, que las nuevas medidas reducirán a seis. Un certificado médico y un examen de aptitud técnica serán exigidos a partir de ahora para obtener el permiso de armas, y existirá un fichero nacional de personas a las que se prohíbe usar armas. Tanto el sindicato de armeros como la federación francesa de tiro se consideran 'chivos expiatorios', mientras el sindicato mayoritario de la policía recuerda que lo pedía desde hace meses.
El Gobierno ha decidido que las prefecturas efectúen 'verificaciones sistemáticas', un modo de reconocer que no se hacían.
