El equipo español sólo se sometió en Madrid a una prueba de orina

El jefe de los servicios médicos de la selección española, el doctor Enrique González Ruano, recibió ayer en Ulsan, ciudad de concentración de España, los resultados de los análisis de orina efectuados a los 23 jugadores convocados por José Antonio Camacho antes del viaje. Todos los análisis preventivos de orina, realizados en el laboratorio del Consejo Superior de Deportes, en Madrid (CSD), resultaron negativos.

Este tipo de análisis es habitual en todas las selecciones, que buscan por todos los medios evitarse sorpresas desagradables una vez que la competición haya comenzado. Los de la selección española, sin embargo, corren el peligro de haberse quedado cojos, ya que, según informó González Ruano, se había prescincido de la prueba de la sangre por considerarla 'demasiado agresiva'. Así, en teoría, los responsables médicos y los técnicos no conocen los valores hematológicos de los jugadores, un dato fundamental para eliminar las sospechas de que alguno, en su club, haya podido recurrir al dopaje sanguíneo. Además, el laboratorio del CSD no posee aún la capacidad para detectar EPO o NESP en la orina. Pero los responsables federativos no han creído pertinente solicitarlos a otros laboratorios que, como el de Barcelona, sí detectan las sustancias de moda en el deporte.

González Ruano informó de que en el botiquín del equipo sólo hay productos de laboratorios farmacéuticos, en ningún caso otros complejos vitamínicos, con lo que se asegura de que ninguno de los 23 jugadores pueda dar positivo por nandrolona debido al consumo de algún suplemento contaminado con anabolizantes. En teoría, no hay posibilidades de que se reproduzcan casos polémicos como los de Guardiola, De Boer o Davids.

La FIFA ya ha advertido a España y a todas las selecciones de que hará controles por sorpresa en los entrenamientos. El último no anunciado que pasaron los internacionales de Camacho fue en el amistoso frente a Portugal disputado en Barcelona.