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Blair advierte de que el Estado de bienestar no es un saco sin fondo

'Hay que ofrecer esperanza a la gente, a cambio de un compromiso de ayudarse a sí mismos'

El primer ministro británico, Tony Blair, pidió ayer a los británicos que hagan un uso más responsable del Estado de bienestar. Sin amenazar con recortes inminentes en las actuales prestaciones, Blair enfatizó que los ciudadanos han de tener una actitud nueva, diferente, hacia un Estado de bienestar que no puede ser un saco sin fondo. No es una música nueva en Europa. Se parece bastante a la que estos días interpreta el Gobierno español con la reforma por decreto del mercado laboral y el recorte de prestaciones a los parados que rechacen ofertas de empleo.

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La tonadilla de Blair fue ayer más suave que la de su amigo José María Aznar, quizá porque en este país el trabajo sucio en la materia ya se hizo antes.

Aquí hace ya tiempo que un trabajador puede perder el subsidio de desempleo, aunque seguramente los esfuerzos del Gobierno y el sector privado por buscarle un empleo adecuado sean más intensos y más conectados a las necesidades reales de la empresa que en España.

Blair anunció precisamente la extensión de las llamadas Job Centre Plus, un moderno sistema de oficinas de empleo que, como recordó ayer el primer ministro, quiere tratar a sus usuarios como clientes, como empleados en potencia más que como parados en busca de empleo.

Ése es el lado bueno. El lado malo es que quienes rechacen las ofertas de empleo de esas oficinas corren el riesgo de perder los subsidios. Para que ese modelo de oficinas funcione 'se tiene que basar en la mutua responsabilidad', recordó ayer Blair.

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Oportunidades reales

'El Gobierno tiene la responsabilidad de ofrecer oportunidades reales a los individuos para mejorar su potencial y encontrar un empleo'.

'Pero los individuos tienen a su vez la responsabilidad de aprovechar esas oportunidades', advirtió.

'Estamos empezando a ver el principio de un cambio fundamental en la manera en que la gente ve nuestro Estado de bienestar. Cada vez hay más apoyo popular a la idea de que sirva sobre todo para atender a los más necesitados, para insertar a la gente en el mundo del trabajo, para ofrecer esperanza a la gente, a cambio de un compromiso de ayudarse a sí mismos', enfatizó.

El mensaje lanzado por Blair no tenía otro objetivo que el seguir haciendo calar la idea de que el Estado de bienestar no es un derecho universal, gratuito e ilimitado, sino un instrumento puntual para ayudar a los más necesitados, acercándose así más al modelo norteamericano que al tradicional Estado asistencial centroeuropeo. Quizá porque las palabras del primer ministro destilaban mucha filosofía pero pocas iniciativas concretas, la oposición conservadora las desdeñó. 'No hay nada nuevo en el discurso', sintetizó el portavoz tory sobre Trabajo y Pensiones, David Willetts.

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