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CRISIS CON MARRUECOS

La OTAN exige a Rabat que ponga fin a la "inamistosa" ocupación de Perejil

Aznar advierte a Marruecos de que 'España no aceptará hechos consumados'

La OTAN calificó ayer de 'gesto inamistoso' la ocupación marroquí de la isla Perejil y exigió a Rabat 'la inmediata restitución del statu quo'. Así lo afirmó un portavoz oficial de la Alianza Atlántica horas después de que el embajador español ante la OTAN, Juan Prat, informara del incidente y del despliegue naval en la zona al secretario general de la organización, el escocés George Roberson. Con esa declaración, la Alianza modifica radicalmente su primera reacción del viernes pasado, cuando calificó lo ocurrido de 'problema estrictamente bilateral'. El presidente del Gobierno, José María Aznar, advirtió ayer a Marruecos de que 'España no aceptará hechos consumados'. La Moncloa considera 'inadmisible' la actitud de Rabat.

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Prat estuvo con Robertson durante más de media hora y le expuso la versión española de los hechos. Como señaló también el portavoz de la OTAN, el embajador español transmitió al secretario general que el Gobierno de España intentará solucionar la crisis 'por vías diplomáticas'. Por eso, añadió Prat a Robertson, Madrid no ha presentado 'por el momento' ninguna petición a la OTAN. La reunión fue calificada de 'informativa' en la sede central de la Alianza.

Inicialmente, el Gobierno español no deseaba que la OTAN tomara cartas en el asunto, pero ha optado por hacerlo por dos motivos. De un lado, se sintió molesto porque, sin ser consultado, el portavoz de la Alianza calificó el viernes la crisis de 'estrictamente bilateral', términos, señalaron ayer fuentes oficiales españoles, que pueden usarse para contenciosos entre dos países aliados. Como ejemplos, citaron los de España y Reino Unido por Gibraltar o Grecia y Turquía por el mar Egeo. 'Pero no para problemas que afectan a un país aliado, España, y otro, Marruecos, que no lo es'.

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Pero, de otro lado, el viernes pasado el Gobierno español modificó su actitud tanto con respecto a la Unión Europea, a la que también inicialmente pidió que no interviniera, como con respecto a la Alianza. Por eso, el presidente de la Comisión, Romano Prodi, exigió el sábado al primer ministro marroquí, Abderramán Yusufi, una rápida solución del problema, y el domingo la presidencia de la UE pidió a Rabat la 'inmediata retirada' de las tropas del islote porque considera que el problema ha sido 'creado' por Marruecos.

'Por el momento', como dijo a Robertson el embajador Prat, España no prevé pedir iniciativas concretas a la OTAN. Si la crisis se deteriora, Madrid podría utilizar el artículo cuarto del Tratado del Atlántico Norte, según el cual 'las partes se consultarán cuando, a juicio de cualquiera de ellas, la integridad territorial, la independencia política o la seguridad de cualquiera de la partes fuese amenazada'.

También ayer el portavoz de la Comisión Europea exigió que 'acabe cuanto antes la ocupación de la isla' porque, cuanto más se prolongue, 'más dañino será el impacto para las relaciones entre la UE y Marruecos'. 'Se trata de un territorio de la UE', agregó.

Simultáneamente , el presidente del Gobierno español, José María Aznar, daba ayer un paso en la escalada del conflicto al advertir a Rabat de que 'España no aceptará hechos consumados'. Lo hizo en dos ocasiones en el Congreso de los Diputados. La segunda fue posterior a la recepción de la nota verbal en la que el Ministerio de Asuntos Exteriores marroquí comunica su intención de quedarse en el islote. El Gobierno español consideró anoche esta actitud 'inadmisible' y reiteró a Rabat que debe retirar sus gendarmes.

Aznar se refirió a este conflicto en una breve introducción de su dicurso sobre el estado de la nación, orientada a excluir el tema del debate, en la que pidió el apoyo de toda la oposición y afirmó que 'España no aceptará hechos consumados' tras señalar a Marruecos que estos hechos 'sólo pueden contribuir a empeorar las relaciones' entre los dos países.

El presidente del Gobierno volvió a repetir su advertencia sobre los 'hechos consumados' pasadas las cinco de la tarde, en su primera réplica a la intervención del líder socialista, José Luis Rodríguez Zapatero, que, como los representantes de otros partidos, expresó al Gobierno el apoyo solicitado en este asunto.

Fuentes del gabinete del presidente expresaban a la misma hora decepción por la respuesta marroquí, en la que encontraban difícil ver algún elemento positivo, desde el momento en que Rabat hace explícita su negativa a atender el requerimiento de restablecer el statu quo que España le hizo ya el pasado jueves.

La reacción oficial, expresada por el vicepresidente primero, Mariano Rajoy, señala, en efecto, como único dato positivo el hecho de que se disponga por fin 'de una respuesta y explicación, con independencia de su contenido'.

Por lo demás, el Gobierno interpreta que 'Marruecos no aporta argumentos convincentes ni elementos nuevos en apoyo de sus pretensiones y, por el contrario, se reafirma en la supuesta soberanía marroquí sobre la isla'.

Rajoy destacó que 'la presencia española en la isla no ha sido nunca objeto de protestas oficiales por parte de Marruecos' y que 'en ningún caso cabe afirmar que ha habido una presencia regular marroquí como afirman las autoridades de Marruecos'.

En consecuencia, el Gobierno afirma su rechazo a la actuación marroquí y su llamamiento a restablecer 'la situación anterior, es decir, que los militares marroquíes que están en la isla tienen que abandonarla'. 'Es inadmisible que Marruecos pretenda imponer sus tesis por la vía de los hechos', concluyó el ministro, que expresó satisfacción por el apoyo que esta posición española ha recibido tanto de la UE como de la OTAN.

Rajoy leyó esta declaración en la puerta del Congreso, tras reunirse con la ministra de Exteriores, Ana Palacio, el ministro de Defensa, Federico Trillo, y el asesor en política internacional del presidente del Gobierno, Ramón Gil Casares.

Un marroquí observa, ayer, la isla Perejil desde la colina de Belyounech.
Un marroquí observa, ayer, la isla Perejil desde la colina de Belyounech.ASSOCIATED PRESS

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