Defensa envía a Ceuta un grupo de operaciones especiales capaz de tomar Perejil

España sigue apostando por una solución diplomática a la crisis de Perejil, pero ha decidido hacer creíble una recuperación militar del disputado islote, que no se descarta como último recurso. La Armada envió ayer a Ceuta el buque de asalto anfibio Castilla, junto a la fragata Baleares. El primero transporta un grupo de operaciones especiales del Tercio de la Armada, dotado con tres helicópteros, lanchas de desembarco y misiles antiaéreos Mistral.

El dispositivo militar desplegado por España en sus plazas norteafricanas no se limita ya a unidades de protección, como fragatas, corbetas o submarinos, sino que incluye un grupo especializado en operaciones de asalto anfibio. El ministro de Defensa, Federico Trillo-Figueroa, anunció ayer en Marín (Pontevedra), donde se celebró la entrega de despachos de la Escuela Naval Militar, presidida por los Reyes, el envío a Ceuta del buque Castilla, de 12.490 toneladas y con una tripulación de 184 marineros, que dispone de un dique inundable desde el que pueden operar lanchas de desembarco.

Además de material para reforzar las guarniciones de Ceuta y Melilla, el Castilla transporta a una unidad de operaciones especiales y otra defensa antiaérea, (dotada con misiles Mistral de baja y muy baja cota, de entre 500 y 5.000 metros de alcance), con un centenar de hombres en total, procedentes de la Brigada de Infantería de Marina, con base en San Fernando (Cádiz).

La unidad de operaciones especiales dispone, entre su armamento reglamentario, de fusiles de asalto y precisión, ametralladoras ligeras y lanzagranadas. El Castilla transporta también tres helicópteros SH 3D Sea King, aptos para ser utilizados en una operación de asalto aéreo.

El Estado Mayor Conjunto ha elaborado diversos planes de contingencia para tomar Perejil por la fuerza, si así se decidiera a nivel político. Fuentes militares sostienen que no se trataría de una operación muy compleja, aunque a medida que pasa el tiempo las dificultades y riesgos se acrecientan. 'Lo más sencillo', sostienen las mismas fuentes, 'habría sido recuperar Perejil el mismo jueves por la noche', pocas horas después de que los marroquíes se instalaran en el islote. Éstos, sin embargo, lo ocuparon sin disparar un solo tiro, lo que en teoría obligaría a España a actuar de manera similar, si no quiere que la crisis degenere en un enfrentamiento armado.

El Castilla navega escoltado por la la fragata Baleares, a la que el Ministerio de Defensa ordenó el sábado por la noche regresar precipitadamente de Marín. Ya son, por tanto, siete buques de guerra españoles, al margen de las cuatro patrulleras de la Armada y la Guardia Civil, los que patrullan en la zona: las fragatas Navarra, Numancia y Baleares; las corbetas Infanta Elena y Cazadora; el submarino Tramontana y el buque de asalto Castilla. En total, embarcan a unos 1.200 marineros. Todos los buques llevan tiradores de élite de Infantería de Marina como medida de autoprotección frente a hipotéticos ataques terroristas.

Un helicóptero SH-60B Sea hawk, procedente de la fragata Numancia, sobrevoló ayer a medio día el islote, sin que se apreciase ninguna reacción hostil por parte de los marroquíes. La aronave permaneció inmovil varios minutos a escasos metros por encima de la cumbre de Perejil, donde ondea la bandera marroquí.

El destacamento de Rabat concluyó ayer la inslación de una tienda de campaña más sólida y amplia que la levantada cuando desembarcó el jueves, aunque no se aprecia un aumento de los efectivos, una docena como máximo.

A primera hora de la tarde, desde la patrullera marroquí que permanece en las inmediaciones, una balsa neumática se acercó a Perejil para llevar suministros.

La próximidad de la costa, unos 200 metros, facilita la llegada de suministros y el relevo periódico de los ocupantes. Los buques españoles no se aventuran por el canal que separa el islote del continente, dado su escaso calado y su condición de aguas territoriales marroquíes.