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Mubarak defiende en Madrid el liderazgo de Arafat

Terroristas palestinos matan a cuatro colonos en venganza por la masacre de Gaza

Cuatro colonos israelíes, entre ellos tres miembros de una misma familia, fallecían ayer como consecuencia de dos emboscadas de carretera ocurridas en las inmediaciones de la ciudad de Hebrón. El doble atentado fue perpetrado por una misma célula que se desplazaba en dirección contraria a los vehículos siniestrados. Efectivos del Ejército peinaron la zona en persecución de los atacantes. El atentado fue reivindicado por las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa, milicia clandestina del movimiento Al Fatah.

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Por segunda vez desde el reciente asesinato del dirigente de Hamás, Salah Shehade, en el que perecieron otros 17 civiles, entre ellos 12 niños, las milicias palestinas volvían a efectuar una emboscada en las carreteras de Cisjordania. El día anterior, un rabino fallecía al ser ametrallado cerca de la ciudad de Qalquilia.

En una emboscada doble, una célula que circulaba en un coche, disparó a bocajarro contra los vehículos que venían en dirección contraria. Los atentados tuvieron lugar en la misma carretera, a menos de cuatro kilómetros de distancia entre ellos, pocos minutos antes de que sonara la sirena que marca el comienzo del Shabbat. Tres miembros de una misma familia -el padre, la madre y el hijo- del asentamiento de Psagot, cercano a Ramala, fallecían en el primer vehículo. Un cuarto israelí, de la comunidad judía de Hebrón, perdía la vida en el segundo, en el que también se produjeron dos heridos, uno grave y otro leve.

El Ejército desplegó inmediatamente un dispositivo de búsqueda de los atacantes, que se fugaron probablemente en dirección a Yatta u otra localidad rural de la zona. Hebrón, al igual que otras seis de las ocho principales ciudades palestinas de Cisjordania, siguen ocupadas militarmente y bajo un intermitente toque de queda.

Por otra parte, el presidente egipcio, Hosni Mubarak, hizo ayer en Madrid una encendida defensa del liderazgo de Yasir Arafat y advirtió a Israel de que el intento de cambiarlo sólo traerá violencia y caos. El presidente del Gobierno, José María Aznar, respaldó esencialmente estas palabras, aunque con fuertes matizaciones. Los dos destacaron, además, que la Autoridad Nacional Palestina no podrá ser reformada mientras Israel no levante el asedio de los territorios.

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La declaración de Mubarak sobre Arafat es de una firmeza que contrasta con el apoyo expresado la semana pasada en Washington por los ministros de Exteriores de Egipto, Jordania y Arabia Saudí al plan de EE UU de que Arafat quede reducido a una presidencia poco menos que honorífica y deje paso a un nuevo líder efectivo.

Dos días después del ataque israelí sobre Gaza, que ha suscitado fuertes críticas internacionales, el rais no hizo ayer referencia a ese compromiso. 'Con respecto al cambio de la dirección palestina, no estamos de acuerdo', dijo. 'Arafat es el presidente electo, legítimamente elegido. Israel no puede poner a otro. Si lo hiciera, nos llevaría al caos en toda la zona, a más violencia, más combate. Nosotros no estamos de acuerdo con ese cambio'.

Mubarak estuvo ayer en Madrid en una visita oficial que le llevó a entrevistarse con Aznar y con el rey Juan Carlos. Estuvo también en la capital española el ministro sirio de Exteriores, Faruk al Shara, que vio también al Rey y se reunió a cenar con su homóloga, Ana Palacio. Asistió a esta cena el enviado especial de la UE para Oriente Próximo, Miguel Ángel Moratinos.

Por lo que se refiere al liderazgo palestino, Aznar señaló en la rueda de prensa conjunta con Mubarak que 'hoy por hoy, el presidente de la Autoridad Nacional Palestina es Arafat, lo que no quiere decir que no pueda ser cambiado por la vía electoral'. El presidente del Gobierno consideró luego que es 'absolutamente indispensable' reformar la ANP, pero advirtió que ese proceso requiere también condiciones.

'El plan de paz de Bush es equilibrado, pero necesita mecanismos para que las partes se reúnan y no puede poner condiciones imposibles, ya que es imposible que los palestinos reformen sus instituciones mientras Israel no levante el bloqueo' de los territorios, dijo Mubarak. Aznar respaldó esta idea y dijo: 'El plan de Bush tiene elementos positivos, pero es evidente que, si hay terrorismo, será muy difícil avanzar y que si se producen actos como el del otro día será también muy difícil avanzar'.

Mubarak y Aznar, a la entrada de La Moncloa
Mubarak y Aznar, a la entrada de La MoncloaULY MARTÍN

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