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Una permanente nube de polvo

Los casos de personas afectadas por cáncer se circunscriben a las tres calles del barrio de Rabasa que están más cercanas a una hormigonera. La factoría, del Grupo Cemex, está ubicada a unos 50 metros de la calle más cercana de Rabasa y a unos 300 metros de Divina Pastora, barrios periféricos de la ciudad de Alicante con algo más de 3.000 habitantes. Tres kilómetros más allá se ubica además una cementera de la misma firma donde también se incineran harinas cárnicas. El campus de la Universidad de Alicante, con 35.000 personas entre profesores y alumnos, también se encuentra en este radio de influencia.

La imagen del entorno de la hormigonera es más propia de un polígono industrial que de un área urbana como en la que está ubicada. Los árboles que rodean el recinto han perdido su natural color verde y están cubiertos de una densa capa de polvo.

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Los vecinos de Alicante atribuyen a la cementera la extraña acumulación de casos de cáncer

Los vecinos cuentan que los días de viento, el barrio se cubre de esa especie de arena blanca que apenas deja respirar, señala Ventura Fernández, de 60 años, propietario de una vivienda en la calle Samaniego y operado de dos pólipos malignos en los testículos. Los residentes en estas tres calles, un entramado de casas bajas colocadas en hilera, viven bajo el miedo desde el último decenio, cuando la tranquilidad se tornó en preocupación. Los residentes atribuyen el 'elevado' número de casos detectados en los últimos diez años a la existencia de las plantas de cemento y hormigón; sospecha que ahora constatan dos informes elaborados por especialistas en medicina preventiva.

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