Detenidos en Irán 120 jóvenes por bailar en pareja en fiestas privadas
Las autoridades iraníes confirmaron ayer la detención de 120 personas en las redadas efectuadas en tres fiestas privadas en las que jóvenes entre 18 y 21 años, hombres y mujeres, fueron sorprendidos por la policía consumiendo alcohol y bailando juntos, dos comportamientos penados por la ley islámica vigente en el país desde 1979. Según la prensa iraní, los jóvenes detenidos por participar en estas fiestas 'depravadas', celebradas en barrios adinerados de Teherán, han sido castigados con penas de cárcel, multas y flagelación, dependiendo de los cargos, entre los que se incluyen el estar vestidos de 'forma inapropiada', con ropas occidentales.
Los guateques vienen siendo un fenómeno habitual en las residencias de las clases acomodadas, a pesar de estar prohibidos por las leyes islámicas y, según explicaron ayer residentes occidentales en la capital iraní a la cadena británica BBC, hasta ahora ha sido muy rara este tipo de intervenciones policiales.
No respetar de forma estricta las leyes que en Irán prohíben a hombres y mujeres que no estén casados bailar juntos o mantener cualquier tipo de contacto físico le costó la semana pasada la detención a Ghohar Jeyrandish, una conocida actriz de 50 años que besó en público a un joven actor durante la gala de una película religiosa en la ciudad de Yazd, en el centro del país. La imprudencia de Ghohar al estrechar la mano y darle un beso en la mejilla delante de dos mil personas, a Alí Zamani Esmati que había subido al estrado para recibir un premio, fue calificada por los conservadores iraníes de 'acto inmoral y antiislámico' y desembocó en el llamamiento del ayatolá Mohasen Telebpur para que fuesen detenidos los dos 'culpables'. El actor fue puesto en libertad tras el pago de unos 2.530 euros de multa.
La batalla contra la 'corrupción' también ha arremetido la pasada semana contra Arian, un grupo pop muy conocido en Irán que estaba actuando en la ciudad de Ispahan pero fue obligado a abandonar la ciudad tras ser atacado por milicianos islámicos extremistas.
