Acomodar a todos los aliados, primer desafío del presidente
'Para lograr este resultado ha sido fundamental que el Partido de los Trabajadores haya sido capaz de construir una amplia base de apoyo', aseguró el presidente electo de Brasil, que enumeró las distintas fuerzas políticas que en la primera y segunda vuelta de las elecciones respaldaron su candidatura. Acomodar a esta legión de aliados, antiguos y nuevos, será el primer desafío del presidente.
A los partidos de izquierda (comunistas y socialistas) y de centro, que han formado parte de la coalición desde el primer día, se añadieron otras formaciones como las de los candidatos derrotados en la primera vuelta Ciro Gomes y Anthony Garotinho, que se incorporaron a la campaña de Lula. Asimismo, los ex presidentes José Sarney e Itamar Franco y un sector del Partido del Movimiento Democrático Brasileño, centro-derecha, han apostado por una victoria del PT. Será difícil encontrar un lugar para todos, pero el equipo de asesores de Lula, encabezado por su hombre fuerte, José Dirceu, tendrá que dedicar muchas noches para resolver a satisfacción de todos este encaje de bolillos.
El PT ha obtenido en estas elecciones el mejor resultado en sus 22 años de existencia. Además de la presidencia de la República, y de los gobiernos de tres Estados, ha logrado el mayor grupo parlamentario en la Cámara de Diputados, con 91 escaños, ha aumentado de cuatro a 14 el número de senadores en la Cámara alta y ha conseguido la elección de 147 diputados en distintos Estados. Además, gobierna los ayuntamientos de 186 ciudades y localidades y tiene 2.479 concejales.
Pero este potencial no es suficiente para gobernar un país como Brasil. Los resultados no acompañaron en las elecciones para gobernar los Estados. Los gobernadores se perfilan, pues, como el principal contrapeso al futuro poder de Lula da Silva.
