Pisa tierra el capitán Maguras
Apostolos Maguras, el capitán del Prestige, tuvo una insólita recepción al llegar a tierra. Además de los guardias civiles que le detuvieron nada más bajar de un helicóptero, en el aeropuerto coruñés de Alvedro estaban el director general de la Marina Mercante, José Luis López-Sors; el capitán marítimo de A Coruña, la cónsul de Grecia y representantes del consorcio de seguros internacional P&I y de la consignataria.
El responsable del petrolero no pudo ser detenido a bordo, porque según explicó el delegado del Gobierno, Arsenio Fernández de Mesa, 'el capitán de un barco no puede abandonarlo en una situación de emergencia'. Uno de los delitos de los que se le acusa es el de daños ecológicos.
Maguras, el segundo capitán griego que se recuerda detenido en A Coruña -hace 10 años sufrió la misma suerte Constantinos Stavridis, capitán del Mar Egeo- desfiló por la pista de rodadura precedido por sus dos oficiales filipinos y por los siete especialistas, holandeses y españoles, de Smit Tak, una empresa de rescate que ya se ocupó del mercante Cason (embarrancado en Fisterra hace 16 años). El gesto de derrota era común. Unos se han quedado sin barco y otros sin porcentaje por los trabajos de rescate.
