El Málaga, sin gas, no puede con un apañado Villarreal
El Villarreal sigue sin ganar al Málaga. Las buenas maneras que exhibió ayer en La Rosaleda fueron insuficientes para romper un maleficio de ya siete partidos. El problema es que dejar sentada la capacidad puede llevar a lamentar el resultado y, visto lo visto, el Villarreal no debió de irse satisfecho de Málaga. Y es que el equipo de Benito Floro lo tuvo todo a favor. Falló un penalti, jugó con un hombre más durante muchos minutos y desperdició claras ocasiones de gol cuando el Málaga dio síntomas de estar entregado.
El Málaga sigue a medio gas. Ha perdido la frescura del inicio de la Liga y su centro del campo hace agua. Ayer, recuperado Darío Silva, no encontró más vías para poner en aprietos a la defensa rival que los arranques del uruguayo. Nunca, hasta la entrada de Manu, usó las bandas. Y la defensa se muestra insegura.
MÁLAGA 1- VILLARREAL 1
Málaga: Contreras; Rojas, Litos, Roteta, Valcarce; Gerardo, Romero (Manu, m. 46), Sandro (Miguel Ángel, m. 62) , Musampa; Darío Silva y Dely Valdés (Koke, m. 62). Villarreal: Reina; Belletti, Ballesteros, Unai (Berruett, m. 8), Arruabarrena; Guayre (Javi Venta, m. 46), Josico, Marcos (Senna, m. 56), Jorge López; Víctor y Palermo. Goles: 0-1. M. 58 Impecable remate de cabeza cruzado de Palermo a centro de Javi Venta. 1-1. M. 75 Darío Silva remata en plancha un centro de Gerardo desde la línea de fondo. Árbitro: Rodríguez Santiago. Expulsó (m. 76) por dos amonestaciones a Rojas. Mostró la tarjeta a Roteta, Ballesteros, Víctor y Gracia. Unos 15.000 espectadores en La Rosaleda. Contreras paró un penalti a Víctor (m. 39).
El Villarreal se empleó con disciplina en la presión y se desplegó en el ataque con buen gusto en el trato del balón y con sus atacantes siempre bien apoyados por los laterales, tratando de abrir el campo. Tuvo la fortuna de adelantarse en el marcador cuando el Málaga lo había acorralado. En los últimos minutos de la primera parte Reina salvó a su equipo y en los primeros de la segunda Darío Silva desperdició dos claras oportunidades. Pero si de algo carece al equipo de Joaquín Peiró es continuidad.
