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La contaminación se extiende | TRAGEDIA ECOLÓGICA EN GALICIA

La Xunta revela que una "mancha sumergida" amenaza a las Rías Bajas con otra marea negra

El Gobierno admite más grietas en el 'Prestige' y crea un comité científico para buscar una solución

La página web con la que la Xunta de Galicia informa de la evolución de la marea negra desatada por el Prestige revela que hay una mancha de fuel sumergida que está acercándose a las Rías Bajas. Argumenta que mientras "hay oleaje" y el fuel está alejado de la costa, éste viaja, fundamentalmente, sumergido. Cuando el mar se calma o se acerca a la costa, el fuel aflora. El Gobierno central, mientras, ya asume que es muy improbable que el fuel que contiene el Prestige llegue a solidificarse. El vicepresidente Mariano Rajoy admitió ayer que la popa, pese a estar en mejores condiciones que la proa, suma tres grietas más a las dos detectadas el domingo. Para buscar una solución, el Ejecutivo creó ayer una comisión técnica que debe entregarle, a la mayor brevedad posible, un informe sobre las medidas a corto, medio y largo plazo que deben tomarse para minimizar los daños del fuel que suelta el buque hundido.

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La Xunta de Galicia, en la información de su página web, explica "el movimiento de la mancha" de fuel teniendo en cuenta que "una parte viaja por la superficie y otra sumergida". Ello "obedece tanto a la agitación del mar como a que el combustible derramado por el Prestige tiene una densidad similar al agua marina". La parte que viaja por la superficie "es empujada por el viento y llega antes a la costa que la sumergida, que se mueve empujada por las corrientes marinas". La sumergida, según la web de la Xunta, va hacia las Rías Bajas.

La existencia de esta mancha sumergida ayuda a explicar la imprevisión del Gobierno y de la Xunta hace hoy una semana, cuando sólo horas antes de que la marea negra llegara a las Rías Bajas, ambas instancias oficiales insistían en que no llegaría a esta zona de Galicia, riquísima en recursos pesqueros. El fuel sumergido también explica que hayan aparecido manchas nuevas en el mar que no proceden de la fragmentación de otras localizadas sólo horas antes. Y preocupa porque ese fuel, al estar sumergido, no puede ser controlado por los aviones de reconocimiento que vigilan la evolución de la marea.

Rajoy admitió ayer que parte del fuel está oculto entre dos aguas, pero subrayó que él no tiene forma de saber cuánto es: "Si yo supiera cuánto hay y dónde está, se lo diría a ustedes inmediatamente", respondió.

Mientras, un portavoz del Instituto Francés para la Exploración del Mar (IFREMER), propietario del submarino Nautile que ha estudiado la situación de la proa y la popa del buque a más de 3.500 metros de profundidad, aseguró ayer a la agencia Efe que los análisis que se han hecho en laboratorio muestran que incluso a la baja temperatura que soporta en los tanques del petrolero hundido, el fuel no sólo no se ha solidificado, sino que su densidad es allí inferior a la del agua del mar.

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El Gobierno central asume ya que la hipótesis de que el fuel se iba a solidificar es más que improbable. No quiere apostar por otra alternativa y ayer creó un comité científico para que le asesore. Ese comité nace cuando se cumplen 26 días del accidente, aunque, según Rajoy, la mayor parte de estos expertos asesoran al Ejecutivo desde los primeros días. La diferencia es que la decena de expertos que formarán esa nueva comisión va a ocuparse, "en exclusiva", de elaborar, "a la mayor brevedad posible", un informe sobre las hipótesis más probables de evolución del fuel en los restos del petrolero. Además, deberán recomendar al Gobierno las medidas a corto, medio y largo plazo más convenientes ante esa bomba latente.

El comité estará presidido por Emilio Lora-Tamayo, vicepresidente de investigación científica del CSIC (Centro Superior de Investigaciones Científicas), y de él formarán parte Francisco Fernández González, Ignacio Díez de Urzurrun, Pedro García Ibarra, Joaquín Tintoré, José Luis García Fierro, Juan José Dañobeitia, Joan Albaiges, Francisco Javier del Moral y Antonio Pérez de Lucas. Son ingenieros navales, expertos químicos y oceanógrafos. Rajoy justificó la creación de esta comisión de expertos porque, "como con las vacas locas, las decisiones políticas deben apoyarse en lo que digan los técnicos". La nueva comisión se reunió ayer por vez primera y va a analizar todos los datos que ha recabado el Nautile en su investigación sobre el Prestige. El vicepresidente logró, tras una mediación diplomática, que el submarino siga a disposición de España, pese a que ayer concluía su tarea tras entregar en el puerto de Vigo todas las imágenes y datos recabados de los pedazos del buque hundido.

Rajoy quiso esquinar la polémica sobre si la decisión de alejar el petrolero de la costa fue peor que haberlo llevado a un puerto. "Yo quiero encargarme de solucionar el problema futuro. Alejar el barco fue calificado como la mejor opción por la Asociación de Ingenieros Navales y Oceánicos de España, y conviene recordar que ningún puerto francés admitió al Erika", el petrolero que naufragó hace tres años en las costas de Bretaña. El fuel del Erika tuvo que ser extraído del casco porque entonces, como ahora, había fugas.

La principal diferencia es que el Erika yacía a sólo 120 metros de profundidad y el Prestige está a más de 3.500. Ahora hay que buscar soluciones. De momento, se apuntan opciones como éstas: intentar sellar las grietas del buque; inyectar algún producto que induzca la congelación del hidrocarburo, o esperar a que el mar esté en calma para destruir el casco con un misil y cercar el fuel cuando suba a la superficie. El Gobierno las ha escuchado, pero no quiere pronunciarse sobre ninguna hasta que oir a los expertos.

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