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Powell descarta atacar a Corea del Norte y opta por su estrangulamiento económico

EE UU elige una política de "contención a la medida" hacia el régimen comunista

"Estados Unidos no tiene planes para lanzar un ataque preventivo contra Corea del Norte" y está dispuesto a negociar durante meses para que ese país detenga su programa nuclear, afirmó ayer el secretario de Estado norteamericano, Colin Powell. La Administración del presidente George W. Bush, que se prepara para una eventual campaña militar en Irak, ha elegido una política de "contención a medida" hacia Corea del Norte, consistente en su estrangulamiento económico y su aislamiento político, si el Gobierno de Pyongyang decide seguir adelante con su programa nuclear.

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Estados Unidos, dijo Powell en el programa Meet the Press, de la cadena de televisión NBC, "tiene una amplia gama de capacidades políticas, económicas, diplomáticas y también militares" para lidiar con Pyongyang. "Pero no tratamos de crear una atmósfera de crisis amenazando a Corea del Norte", agregó. "Esto no es una crisis, aunque es motivo de gran preocupación".

"Mantenemos abiertas todas nuestras opciones y enfocamos este asunto de manera pausada y deliberada", dijo Powell. "Observamos cuidadosamente lo que ocurre y tenemos meses por delante para ver cómo se desarrolla esta situación".

En enero pasado, el presidente Bush anunció al mundo la existencia de un eje del mal, que, según él, incluía a Corea del Norte, Irán e Irak. Fuentes de la Administración estadounidense han dicho que el presidente Bush y sus asesores han diseñado una "política de contención a la medida" para Corea del Norte, que busca el respaldo de los aliados de Washington en la región, Japón y Corea del Sur, y de China y Rusia.

Estados Unidos buscará un debate sobre el caso norcoreano en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas en las primeras dos semanas de enero y promoverá un mecanismo de sanciones económicas que presionen a Corea del Norte.

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Una posibilidad de uso de la fuerza militar que baraja la Administración de Bush, citada por Powell, es la intercepción de los buques que lleven misiles de fabricación norcoreana y se hayan vendido a otros países, de manera que Pyongyang pierda la recaudación por su negocio de armas.

Hace unas semanas, EE UU y la Armada española interceptaron un barco que transportaba misiles Scud norcoreanos en el mar Arábigo con destino a Yemen. Posteriormente el Gobierno de EE UU permitió que la carga llegase a Yemen argumentando que carecía de base legal para incautársela.

Rechazo de Pyongyang

La política de "contención a la medida" ya causó ayer una respuesta de Pyongyang, donde el diario oficial Rodong Sinmun, en un editorial, afirmó que "los imperialistas están muy equivocados si creen que pondrán de rodillas al pueblo coreano". "El enfrentamiento con los imperialistas es inevitable en tanto ellos no abandonen su naturaleza agresiva y predadora", continúa el editorial. Cualquier concesión que hiciera Corea del Norte, según el diario oficial, "traerá humillación, muerte, subordinación y esclavitud". De todos modos, indicó el editorial, el Gobierno de Corea del Norte busca una solución pacífica de la crisis, aunque no dio otros detalles.

"Mantenemos abiertos los canales de comunicación", dijo Powell. "Tenemos medios de comunicarnos con Corea del Norte y ellos saben cómo contactarnos". El secretario de Estado norteamericano aseguró que cualquier negociación con Pyongyang debe evitar que se recompense al Gobierno norcoreano por su decisión de expulsar a los inspectores del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) y la reactivación del reactor de Yongbion, a unos 90 kilómetros al norte de Pyongyang, que producirá plutonio, susceptible de emplearse en la fabricación de armas atómicas.

Corea del Norte asegura que necesita poner en marcha esa planta nuclear para generar electricidad, dado que EE UU y sus aliados han suspendido el envío de petróleo al país.

En otra aparición televisiva, esta vez en el programa This Week, de la cadena ABC, el jefe de la diplomacia norteamericana descartó el uso de la fuerza con estas palabras: "La acción militar es siempre una opción, pero no es una opción que tengamos ahora presente en nuestro pensamiento porque no parece necesario ni adecuado. No hay fuerzas en estado de alerta en ninguno de los dos lados".

Powell añadió que "los norcoreanos no quieren una discusión, quieren que les demos algo para que ellos cesen en su mala conducta". "Y lo que no podemos hacer es entrar en una negociación con la actitud de apaciguarlos".

El secretario de Estado de EE UU, Colin Powell, habla con los periodistas, ayer, en Washington.
El secretario de Estado de EE UU, Colin Powell, habla con los periodistas, ayer, en Washington.ASSOCIATED PRESS

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