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Nueva crisis en el Gobierno de Fraga | CATÁSTROFE ECOLÓGICA

La información oficial minimiza la nueva llegada de fuel a la costa

El arenal y el paseo de O Coído, en Muxía, donde llegó por primera vez masivamente el fuel del Prestige a la costa gallega, están de nuevo manchados de chapapote, después de que miles de voluntarios estuviesen limpiando durante más de dos meses. El fuel sigue arribando desde hace días a todo el litoral coruñés, de Carnota a Ferrol, manchando playas y calas limpias, mientras la información oficial habla de "lentejas", "galletas", "grumos dispersos" y playas "aparentemente limpias" o "con diversos grados de afección".

Según el Ministerio de Medio Ambiente, el pasado lunes, día 20, ninguna playa, atlántica o cantábrica, estaba "totalmente afectada". En el paseo de Muxía, ayer y anteayer, la combinación de temporal -con vientos de mar a tierra- y mareas vivas (las más altas), llevó el chapapote a las puertas de las casas, y rompió las farolas. "A nosotros nos pagan por limpiar, pero la gente está desmoralizada", decía ayer un ex voluntario, ahora contratado por Tragsa, la empresa pública concesionaria de la limpieza.

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El alcalde, Alberto Blanco, del PP, lleva varios días haciendo llamamientos a que se reduzca el número de voluntarios, mientras en la Cofradía de Pescadores aseguran que necesitan más ayuda. Mientras el chapapote llegaba a Muxía, la página en Internet de la Consejería de Pesca (página gestionada por el Ministerio de Fomento) sólo ofrecía un informe de la zona entre Punta Ínsua y la desembocadura del río Xallas, es decir, la costa del término municipal de Carnota. Se trata de 15 puntos, en los que predominan las "galletas y lentejas" y únicamente en tres (playas de Ximprón y Lagoa, y en Porto da Barca) se mencionan "manchas" o "grandes galletas".

"Eso de las lentejas es un fenómeno nuevo, deben de ser lentejas gigantes", ironizaba ayer el alcalde de Carnota, Xosé Manuel García (BNG), basándose en las inspecciones que diariamente realiza la policía local en 88 puntos de los 34 kilómetros de costa del término municipal. "Aquí llegan planchas, algunas como sábanas, aunque es cierto que no con el metro de espesor de la primera marea. Ayer se impregnó todo el litoral, de norte a sur", asegura García.

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