_
_
_
_
_

El servicio de vigilancia electrónica de Fuerteventura, bajo mínimos

El Ministerio del Interior anunció en septiembre de 2002 que desplazaría a Fuerteventura a 25 miembros de los Grupos Rurales de Seguridad (GRS), pertenecientes a la Guardia Civil, para reforzar el Sistema Integral de Vigilancia Exterior (SIVE) que acababa de entrar en funcionamiento en la isla. Los agentes llegaron a Fuerteventura, estuvieron unas semanas y se fueron. Hoy no queda ninguno.

En Fuerteventura, el SIVE está en manos de 17 guardias civiles a las órdenes de un sargento. En teoría. La realidad es que sólo trabajan 10: cuatro, entre ellos el sargento, se hallan de baja psicológica, y otros tres están de permiso, según fuentes del instituto armado.

Para detectar las pateras que llegan a la isla, los guardias disponen de una furgoneta con radar y cámara térmica. El problema es que el conductor debe poseer un carné del tipo C-1 (para vehículos hasta de 7.500 kilos). Sólo tres de los 17 agentes lo tienen, y hace tres meses dos de ellos estaban de baja. De modo que, en cuanto terminaba su turno, el único guardia que podía conducirla la dejaba en Gran Tarajal (el punto al que llegan la mayoría de las embarcaciones) y se iba a su casa. Otros dos guardias se quedaban dentro del vehículo, espiando el mar. En ocasiones, la furgoneta se ha quedado aparcada por falta de personal.

Más información
Los inmigrantes perdidos frente a Fuerteventura vuelven a pedir auxilio y dicen que ven "luces"

Cuando se produce una llegada masiva de inmigrantes, los guardias encargados del SIVE se ven obligados a pedir ayuda a sus compañeros de los cuartelillos de Corralejo, Puerto del Rosario y Gran Tarajal, con lo que la seguridad en el interior de la isla, de la que están encargados, queda desasistida, según aseguran ellos mismos.

"La seguridad ciudadana se ha resentido", confirma el alcalde de Puerto del Rosario, Manuel Travieso, de Coalición Canaria. "Sólo el esfuerzo de la policía local evita que se disparen los índices de delincuencia".

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

"Son necesarias más medidas de control", subraya el presidente de la Federación Insular de Asociaciones de Vecinos, Juan Ángel Hernández. "El hecho cierto es que la inmigración es un fenómeno que sólo está empezando. Por nuestra cercanía al continente africano, estamos condenados a soportar un flujo cada vez mayor de embarcaciones".

Más crítico se muestra el presidente del Cabildo insular, José Juan Herrera Velasco, de Coalición Canaria: "Los efectivos del SIVE son insuficientes, y eso provoca que el número de retenidos en la isla sea cada vez mayor". Herrera asegura que ha informado de la situación al presidente del Gobierno autónomo, Román Rodríguez, para que exponga el problema al ministro del Interior, Ángel Acebes,. El ministro tiene previsto visitar la isla el mes próximo.

"La inseguridad es manifiesta", afirma el presidente del Cabildo, "porque las fuerzas de seguridad están absorbidas por la inmigración. Los efectivos son escasos no sólo en seguridad, sino también en atención sanitaria y social".

Algunos guardias destinados en la isla dicen estar molestos con el Ministerio del Interior. Según ellos, la Dirección General de la Guardia Civil se ha volcado para apoyar los dispositivos de control de la inmigración irregular en Algeciras y en Ceuta, y ha dejado Canarias abandonada. En Fuerteventura los vecinos les dan la razón.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_