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Ya me las pagarás

Riesgo en el endeudamiento de las familias por su rápido crecimiento y su fuerte dependencia del sector inmobiliario

Años de bonanza, bajada de tipos de interés y competencia entre entidades financieras han provocado un boom en el endeudamiento de las familias. Cada español, a septiembre de 2002, debía 10.941 euros, más del doble que su deuda en 1996. Ha sido un crecimiento rápido y muy ligado a la subida del sector inmobiliario que sustenta casi el 60% de este endeudamiento. El panorama económico más sombrío, el aumento del desempleo y la caída de la riqueza financiera de las familias abren incógnitas sobre estas abultadas deudas.

Los expertos descartan debacles por el elevado endeudamiento de las familias, aunque sí creen que se resentirá el consumo
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Es un fenómeno repetido pero que ahora ofrece variables más inquietantes. En la euforia económica las familias se vuelven más pedigüeñas y en los momentos de desaceleración o recesión toca ahorrar a toda prisa. La percepción económica del futuro inmediato es determinante en la actuación de los agentes económicos.

Ahora bien, nunca el crédito familiar había tenido un crecimiento tan abultado en tan corto periodo de tiempo. Con cifras del Banco de España a septiembre de 2002 las deudas ascendían a 437.639 millones de euros, de los que 234.668 millones corresponden a crédito hipotecario. En 1996, por ejemplo, el crédito hipotecario sumaba 85.592 millones de euros y el total ascendía a 230.030 millones. Ahora, con unas expectativas económicas más negativas, se encienden algunas alarmas de cómo ese elevado endeudamiento va a afectar a la marcha de la economía y si puede poner en peligro el resultado de las entidades financieras.

De alguna forma, el modelo de expansión económica en los últimos años se ha asentado en gran parte en la deuda de familias y empresas que, además, sin necesidad de ahorrar se enriquecían por la subida de su patrimonio (inmobiliario, bursátil...). La riqueza financiera e inmobiliaria de las familias y la crisis de los mercados también son claves en la posible evolución de las deudas.

Ya el Banco de España ha advertido a bancos y cajas que vigilen el crecimiento del crédito. Unas recomendaciones que se sustentan en que su aumento ha sido vertiginoso y que, además, existe una gran concentración del riesgo en el sector inmobiliario. Un brusco giro en la evolución de los tipos de interés o en las rentas familiares sería muy negativo en este contexto de elevadas deudas. Pero los expertos reconocen en estos comentarios del Banco de España un aviso a las entidades que vigilan y supervisan, más que una preocupación por el efecto que estas deudas puedan tener en la marcha del conjunto de la economía.

Bajos tipos de interés, creación de empleo, subida desmesurada del precio de la vivienda y la competencia entre entidades financieras han favorecido esta fuerte demanda de dinero que, lógicamente, habrá que pagar. Un aumento que coloca a España en media con los países europeos y, todavía, por debajo de los estadounidenses, más acostrumbrados a deber. La estabilidad de la moneda única y del escenario macroeconómico ha sido también decisiva en esta alegría para pedir dinero a las entidades financieras.

Riqueza y deudas

Domingo García Coto, responsable del Servicio de Estudios de la Bolsa de Madrid, apunta que el aumento del endeudamiento debe tener en cuenta la mayor riqueza financiera de las familias. "Los españoles se sienten más seguros porque su riqueza ha aumentado. Hay que tener en cuenta la riqueza inmobiliaria, que ha subido muchísimo, aunque la financiera se haya resentido por la crisis de los mercados. Desde mi punto de vista, es más un problema de liquidez, porque la riqueza y el endeudamiento se soportan en los inmuebles. Es más difícil convertir esos bienes en dinero", argumenta.

El experto de la Bolsa de Madrid apunta que el problema se plantearía cuando las familias no pudieran atender a sus compromisos, teniendo en cuenta que estos activos (normalmente la vivienda habitual) no son generadores de renta. "Esta situación se produciría por el aumento del desempleo en tasas muy elevadas, por una subida sustancial de los tipos de interés o por una caída significativa en el precio de la vivienda. Las expectativas que manejamos no dibujan un escenario catastrófico", explica.

Escenario negativo

Uno de los sectores más afectados sería el financiero, que, obviamente, es la única fuente de financiación de las economías familiares. En un escenario muy negativo, por el que nadie apuesta, bancos y cajas de ahorro pasarían a convertirse en gigantescas inmobiliarias . Federico Prades, asesor económico de la Asociación Española de Banca (AEB), destaca los fuertes crecimientos que ha experimentado el endeudamiento en los últimos años y apuesta a que este ritmo no se podrá mantener por mucho más tiempo. "Esta situación supondrá un freno para el consumo privado. Eso sí, el endeudamiento no es preocupante, y nos encontramos en la media europea y, además, las tasas de morosidad siguen en mínimos históricos.

La propia caída de la riqueza provocada por los mercados va a ser un freno en el endeudamiento de las familias españolas". José Antonio Herce, director de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea), no ve aspectos especialmente inquietantes a lo que ha acontecido en otros ciclos económicos. Eso sí, cree que este año puede ser peligroso por cuanto la no recuperación de la economía podría acarrear sorpresas desagradables.

"No veo problemas en los tipos de interés. La tendencia continúa siendo bajista, por lo que no provocará un crecimiento de aquellas hipotecas a tipo variable. Más incógnitas existen sobre un aumento del desempleo que puede entrampar a algunas familias. Pero éste es un fenómeno que siempre se produce, el de que algunas unidades familiares se quedan fuera y sufren el cambio del ciclo. Otro elemento para no esperar grandes debacles es la baja tasa de morosidad que soportan las entidades financieras", argumenta Herce.

Los expertos, pues, se muestran tranquilos sobre el nivel de endeudamiento de las familias, aunque esta vez el crédito es mucho, y su rápido crecimiento, costoso de digerir.

El crédito hipotecario es el protagonista del endeudamiento familiar.
El crédito hipotecario es el protagonista del endeudamiento familiar.GORKA LEJARCEGI

Un modelo económico basado en endeudarse

En el largo ciclo expansivo que vivieron las economías hasta el pasado año, las familias no tenían una necesidad real de ahorrar porque se producía un incremento de su riqueza por la vía del aumento en el precio de las acciones cotizadas y también por el de los inmuebles.

Un modelo prácticamente idílico que permitía aumentar la riqueza, al tiempo que incrementar el gasto de las familias que no tenían ninguna necesidad de guardar un ahorro previsor para tiempos peores, ya que se lo proporcionaban los mercados. Éste es el paradigma que se ha roto y de ahí nacen las incertidumbres porque el fenómeno tiene connotaciones nuevas. En primer lugar, nunca tantas personas habían puesto su dinero en la Bolsa, por lo que la caída de la misma ha supuesto una importante pérdida de riqueza.

Aterrizaje suave

Asimismo, y ya hablando del caso español, nunca había crecido tanto el endeudamiento. Por tanto, se trata de situaciones novedosas donde es difícil hacer un pronóstico cierto y sí apuntar las amenazas y las fortalezas para salir airoso de la situación. Domingo García Coto apunta que los movimientos bajistas en los tipos de interés y la preocupación por la estabilidad en la Bolsa tendrían su explicación en este deseo de que no aumente el ahorro y se deje de consumir.

Cualquier movimiento brusco en el sentido de un mayor desplome de los mercados o de un alza pronunciada de los tipos de interés puede trastocar totalmente la situación y convertir el endeudamiento en el primer eslabón de una cadena de infortunios económicos. Por eso, los expertos esperan que todo se vaya asumiendo de forma pausada, sin que se alteren las grandes cifras. En definitiva, un aterrizaje suave para los ahorradores.

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