_
_
_
_
_

Veinte muertos al naufragar una barca en Banyoles con 61 pasajeros de más

El apacible lago gerundense de Banyoles vivió ayer una tragedia tan impensable como brutal. Veinte jubilados franceses murieron ahogados al naufragar la embarcación en la que empezaban una apacible excursión lacustre de media hora. El catamarán, de reciente fabricación, llevaba 141 pasajeros, 61 más de los que permitía su licencia. Las autoridades investigan si esta circunstancia pudo ser la única causa de que la embarcación se rompiera y de que en unos instantes acabara casi enteramente tragada por las aguas.

Más información
Tragedia en Banyoles

Eran las diez y media de la mañana de ayer cuando 141 turistas franceses de la tercera edad que se hospedaban en Lloret subieron al catamarán para un paseo por el lago de Banyoles. Apenas hubo tiempo para nada. Nada más zarpar, la embarcación empezó a hundirse sin dar tiempo al patrón de regresar al muelle. Los pasajeros de cubierta tuvieron más fácil saltar al lago. En cambio, muchos ocupantes de la zona interior quedaron atrapados. Algunos de los fallecidos lo fueron a causa de la hipotermia provocada por las frías aguas del estanque. Unos escolares fueron de los primeros en lanzarse al lago para auxiliar a los náufragos que batallaban por salvarse a escasos metros de la orilla. Anoche permanecían hospitalizadas 20 personas. Un equipo de psicólogos asistió a los heridos y se preparaba para recibir a los familiares de las víctimas. Al embajador francés en España le parecía increíble que una barca turística pudiera navegar con tanta sobrecarga, aunque elogió los esfuerzos de los equipos de rescate. La empresa propietaria de la embarcación tenía todos los permisos en regla. Hoy prestarán declaración ante el juez de Girona el patrón y el propietario de la barca.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_