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Una ideóloga de la limpieza étnica

Miguel Ángel Villena

Miles de personas de la antigua Yugoslavia apretaron los gatillos, cometieron violaciones y torturaron sin piedad en una orgía de sangre que no se recordaba en Europa desde la Segunda Guerra Mundial. Los asesinos no distinguían entre sus víctimas, siempre que fueran de una etnia distinta, y la crueldad llegó a los extremos de algunos francotiradores serbios que, durante el cerco que sufrió Sarajevo entre 1992 y 1995, cruzaban apuestas para ver quién mataba más niños porque eran un blanco más difícil.

Detrás de los brutales asesinos se agazapaban intelectuales y políticos, dirigentes instruidos, que hablaban varios idiomas y vestían caros trajes. Esos ideólogos daban las órdenes y brindaban la justificación para las matanzas. Entre los siniestros instigadores del bando serbio se hallaba Biljana Plavsic, una elegante señora, bióloga y catedrática en la Universidad de Sarajevo que llegó a proclamar que los musulmanes bosnios eran "genéticamente deformes". Con una perversa mezcla de fanatismo religioso, nacionalismo radical y frialdad de carácter la llamada dama de hierro de Bosnia fue una de las mayores responsables del drama balcánico. Por ello y pese a su tardío arrepentimiento, La Haya la ha condenado ahora en una sentencia que es un motivo de alegría para todas las víctimas de la antigua Yugoslavia.

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