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Entrevista:DAVID TRUEBA | Director | ESTRENOS

"Las guerras siempre las pierden gente como nosotros"

Rocío García

David Trueba (Madrid, 1969) se descubrió necesitado de llevar al cine la novela de Javier Cercas Soldados de Salamina. Más tarde se convirtió en un reto personal por una historia que le había tocado emocional y moralmente. Quiso viajar por los mismos lugares que pisó Cercas. Hoy, día del estreno de la película del mismo título y segunda jornada en la guerra de Irak, recuerda algo que late a lo largo de la obra: "Las guerras siempre las pierden gentes como nosotros. Esta guerra de Irak no la perderá ni Sadam, ni Bush".

"Ha sido una manera de acercarme a la Guerra Civil española, no desde una recreación demasiado ilustrativa, sino desde una especie de latigazo realista. Intentar retratarla desde dentro sin tener esa sensación de falsedad, de puesta en escena. Contar la Guerra Civil no sólo como una guerra en cuanto a ideologías, cánticos, banderas, uniformes, Franco y la Falange, los republicanos, sino también hablar de las personas que la hicieron, que estuvieron en ese barro, en esa lluvia, en esa podredumbre. Contar con esa gente", asegura Trueba sobre su tercer largometraje como director, tras La buena vida y Obra maestra.

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Con Soldados de Salamina, protagonizada por Ariadna Gil, Ramón Fontseré y Joan Dalmau, ha nacido un idilio entre cine y literatura, entre un director y un escritor, entre David Trueba y Javier Cercas. Trueba ha dicho del libro de Cercas: "Me vi en la necesidad de prolongar esa historia, de viajar en la misma dirección que lo había hecho Cercas con su novela. Tenía ganas de un reto así, ganas de demostrar que el pasado está en el presente, que es algo que está en el libro. El pasado no es esa cosa que se ha quedado ahí y que sólo miramos en los libros de historia, sino que el pasado nos hace lo que somos ahora y lo que vamos a ser en el futuro, y que ignorarlo y vivir de espaldas a eso es ridículo y empobrecedor". Cercas ha dicho del filme: "es divertido, astuto, inteligente, emocionante, necesario...".

Y vaya que han viajado. A dos sitios diferentes y dos épocas distintas. Primero a las tierras de Girona, donde hace 60 años un falangista, Rafael Sánchez Mazas (Ramón Fontseré), consiguió librarse de una muerte segura a manos de unos milicianos gracias a la ayuda de uno de ellos. Y, después, al corazón de una escritora en crisis (Ariadna Gil) en la España de hoy que consigue gracias a la investigación de aquellos hechos históricos saber cómo se puede ser feliz.

"Javier me dijo una cosa al principio de nuestra relación, una vez que llegamos a la conclusión de que compartíamos la misma lectura sobre el relato, que no he olvidado", asegura Trueba. "Mira, David', me dijo, 'aquí hay dos maneras de actuar, una es que te meta el palo en los radios de la bici y que me ría de ti cuando te caigas y otra que estoy aquí para lo que me necesites'. La relación desde entonces ha sido muy natural. Nos lo hemos planteado en términos de complicidad y no en los de conflicto. Él ha estado disponible para mí cuando lo he necesitado y yo he estado abierto a todas sus dudas".

Todo esto, sin sentir agobios o condicionamientos por una novela de éxito. "He sentido la libertad de llevar la historia hacia donde yo quería. Creo que si no lo sientes no debes hacerla porque si no estás maniatado", dice el realizador.

"¿Y si fuera una mujer? ¿Y si aportáramos la sensibilidad de una mujer, la crisis de una mujer, su manera de mirar el mundo, de mirar el pasado?". Todas esas preguntas que se hacía Trueba le llevaron a la conclusión de que el personaje sobre el que gira la novela, ese escritor inmerso en una crisis creativa y personal, debía ser mujer. "Fui colocando todos estos elementos en los diferentes momentos de la película y lo que me devolvía era mejor para el guión. Me parecía que la mirada de la mujer sobre el pasado es más constructiva que la de un hombre", explica. Una vez comprada la idea, buscó la actriz. Y después de "tontear" con otras, Trueba se decidió por su compañera Ariadna Gil. "Supe que la complicidad entre ella y yo iba a jugar a favor, que Ariadna iba a entender muy bien la historia, que iba a sacrificar muchas cosas de actriz con nombre de estrella para estar en la película, que se iba a prestar a rodar en condiciones muy duras porque me conoce y sabe lo que quiero y confía ciegamente en esa película. A la vez es alguien que transmite en la pantalla a una mujer moderna, que tiene los problemas de una mujer independiente que quiere triunfar en su profesión, pero sin sacrificar su vida y que al mismo tiempo está haciendo renuncias continuas en una cosa y otra.

Y ahora llega el gran momento: "Encontrar como director esa comunicación en primera persona con el espectador que se deja tocar y emocionar, que quiere que le engañen y además e deja".

David Trueba.
David Trueba.CLAUDIO ÁLVAREZ
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