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CELEBRACIÓN NACIONALISTA DEL ABERRI EGUNA

Ibarretxe descarta cualquier paso atrás en su plan soberanista para Euskadi

El 'lehendakari' presentará en septiembre su proyecto al Parlamento y luego consultará a la sociedad

El lehendakari, Juan José Ibarretxe, descartó ayer la posibilidad de dar marcha atrás en su plan soberanista. Según anunció, en septiembre presentará ante el Parlamento vasco su proyecto de nuevo Estatuto, con un articulado concreto, y luego lo someterá a consulta de la sociedad. Durante el mitin central del Aberri Eguna (Día de la Patria en euskera), en la Feria de Muestras de Bilbao, Ibarretxe proclamó ante miles de seguidores del PNV que respetará "las reglas de juego democrático", pero sólo dará "pasos atrás [en su plan] para coger carrera". Las instituciones, se justificó, deben "arriesgar" para lograr la paz.

"¡Claro que vamos a respetar las reglas del juego!", dice el jefe del Gobierno de Vitoria
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A los máximos dirigentes del PNV les hizo gracia la idea vertida la víspera por el secretario general del PP vasco, Carmelo Barrio, de que los abertzales iban a celebrar ayer un "aquelarre nacionalista". Y con esa referencia comenzaron sus discursos. Lo cierto es que, brujas al margen, los peneuvistas volvieron a teñir de tricolor la Feria de Muestras de Bilbao, y tanto Ibarretxe como Xabier Arzalluz reivindicaron la fiesta con mayúsculas para los nacionalistas, entre el éxtasis de los más de 5.000 seguidores reunidos en Bilbao.

El lehendakari aseguró que no sabe si dentro de 2.000 años habrá Estados, pasaportes, ni qué fronteras ordenarán el mundo, pero sí que en Euskadi los vascos hablarán euskera y sobre su territorio "habrá un pueblo, el pueblo vasco". Y Arzalluz, pensando más en el presente, levantó su dedo más nacionalista ante la recién ampliada Unión Europea: "Pedimos plaza, no sé cuando será, pero será. Lo que tengamos que decir [en Europa] no lo queremos decir a través de España ni de Francia. Lo queremos decir nosotros". Arzalluz se esforzó por trasladar a sus simpatizante la idea de que el futuro de Europa está más abierto que nunca y que el lugar de los vascos, del "concepto" político de lo vasco en la UE, está aún por definir.

Ibarretxe presentó su plan como el recorrido natural que debe recorrer la sociedad vasca para caminar hacia la paz y la normalización, y cuya estación final será la consulta a los ciudadanos. "La sociedad vasca ya sabe que no es un plan para la independencia ni para el sometimiento a España", espetó a ETA y a los populares. Anunció también que en septiembre concretará su propuesta en un articulado, embrión del nuevo Estatuto vasco que PNV, EA e IU pretenden aprobar en el Parlamento de Vitoria. "Voy seguir en este camino con una discusión en el Parlamento de mi plan para la convivencia, con un desarrollo, con un articulado y después vendrá la consulta a la sociedad vasca".

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El lehendakari no aclaró si la consulta se producirá esta legislatura, pero reprochó a socialistas y populares que durante más de dos décadas no hayan completado el Estatuto de Gernika. "Ya está bien de que hablen de respeto a las reglas de juego los que no han respetado ninguna regla de juego en los últimos 20 años. ¡Claro que vamos a respetar las reglas de juego!", dijo casi enfadado el presidente del Gobierno vasco. Dos veces repitió la idea del cumplimiento de la legalidad, pero resumió así el núcleo de su política: "Respeto a la voluntad de los vascos. ¿Cómo? Vamos a decidir democráticamente lo que queremos en el futuro, así de sencillo".

Mucho más apocalíptico fue el presidente del PNV cuando dijo que nadie puede poner "vallas al campo" para que su partido reivindique la independencia o el plan Ibarretxe. "La presión del pueblo al final les hace ceder más de lo que quisieran, de mala manera e inoportunamente, como pasará con el plan Ibarretxe", vaticinó.

Ambos líderes reconocieron que la violencia de ETA es un obstáculo para la unidad nacionalista, que es lo que según Arzalluz saca de sus casillas y atemoriza al Gobierno central, y no las pistolas o las bombas de los terroristas. Por eso, Ibarretxe reiteró su petición a Batasuna para que le diga a ETA "que desaparezca de una vez y para siempre". Cuando ocurra, "es posible y legítimo que hablemos, que trabajemos, que dialoguemos y acordemos cosas".

Pese a que Ibarretxe blandió en la tribuna el diálogo como el mejor instrumento para avanzar en el consenso, Arzalluz se mostró convencido de que con el PP y con el PSOE "no hay acuerdo posible". Con Aznar, porque sólo le gustan las "soluciones de fuerza, contra ETA tricornio y más tricornio", y con el PSOE, porque se ha juramentado con el PP en el Pacto Antiterrorista por "puro miedo electoral". Al PSOE le aconsejó que no se alíe tras el 25-M con el PP donde el PNV sea mayoría. "No lo vamos a olvidar, que no esperen nuestro voto cuando lo necesiten en 2004", advirtió.

Xabier Arzalluz se dirigía ayer en San Juan de Luz al lugar donde celebró el Aberri Eguna.
Xabier Arzalluz se dirigía ayer en San Juan de Luz al lugar donde celebró el Aberri Eguna.JESÚS URIARTE

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