España recurre a aeronaves del Este para llevar tropas a Afganistán

El Ministerio español de Defensa empezó a recurrir al flete de aviones del Este cuando envió su primer contingente a Kabul, en diciembre de 2001. La gran distancia de España, la necesidad de enviar grandes cantidades de material y la imposibilidad de hacerlo por barco, ya que Afganistán no tiene costa, obligaron a recurrir a aeronaves de carga.

Las únicas con capacidad suficiente son los estadounidenses, como C-5 Galaxy, y los soviéticos, como el Antonov 124 y el Ilyushin 76. Pero mientras los primeros no están disponibles, ya que EE UU los reserva para sus propias operaciones, los segundos se encuentran en el mercado en manos de compañías de Ucrania, Bielorrusia y otras ex repúblicas soviéticas.

Para evitar que los dueños de los aviones elevasen los precios, aprovechándose de la creciente demanda, y coordinar las necesidades de los distintos países, compartiendo misiones y costes, se recurrió a la NAMSA, la agencia logística de la OTAN, que centraliza los fletes de los aliados con tropas en Afganistán.

Según el Ministerio de Defensa, la NAMSA garantiza la solvencia de las compañías a las que se fletan los aviones, incluido el rigor del mantenimiento y la pericia de las tripulaciones. Es dudoso, sin embargo, que esta garantía llegue hasta el punto de que se le puedan exigir responsabilidades subsidiarias ante accidentes como el que se produjo ayer.

Con el tiempo, el alquiler no se ha limitado sólo a los grandes aparatos de transporte, imposibles de encontrar en otros mercados, sino que se ha ampliado también a aparatos de pasajeros, similares a los que pueden encontrarse en otras compañías occidentales e incluso en el Ejército del Aire. De hecho, el traslado de 62 viajeros puede efectuarse en aviones Hércules o B-707 como los del Ala 31 o el Grupo 45.

Hércules y B-707

La Fuerza Aérea española dispone de 12 aviones Hércules C-130 en la base de Zaragoza y de tres B-707 en Torrejón de Ardoz (Madrid). Habitualmente, un tercio de los Hércules está fuera de servicio por mantenimiento y otro se encuentra actualmente desplegado en Manás (Kirguzistán). Los restantes se reservan para cubrir las necesidades habituales, que incluyen estafetas regulares a Bosnia-Herzegovina y Kosovo, lanzamiento de paracaidistas o reabastecimiento en vuelo de cazabombarderos.

Respecto a los B-707, uno de ellos está también en mantenimiento y los otros dos se dedican al traslado de personalidades, aunque a veces se utilicen también para transporte de soldados e incluso reabastecimiento.

España forma parte del programa del avión de transporte europeo A400M o Airbus Militar, del que se ha comprometido a adquirir 27 aparatos, pero el contrato se firmará en los próximos días y pasarán años antes de que lleguen las primeras unidades.