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CRISIS EN LA COMUNIDAD DE MADRID

El aparejador que ayudó a Tamayo opositó sin éxito a una plaza de técnico en Pozuelo

Enrique Cabellos Calleja, el aparejador que alquiló una sala en un hotel de Madrid para el tránsfuga Eduardo Tamayo, no trabaja como arquitecto municipal en Pozuelo de Alarcón, como público ayer por error este periódico. El alcalde de la localidad, Jesús Sepúlveda Recio, desmintió que Cabellos Calleja "sea o haya sido funcionario o arquitecto municipal del Ayuntamiento de Pozuelo de Alarcón". La investigación abierta por la Fiscalía de Madrid a raíz de la denuncia presentada por IU había descubierto que el nombre de la persona que reservó una sala de hotel a Tamayo coincidía supuestamente con un arquitecto municipal de Pozuelo.

Cabellos Calleja figura en la página web de la Concejalía de Personal del Ayuntamiento de Pozuelo como admitido en la categoría de técnicos de administración especial, arquitecto técnico. EL PAÍS llamó el martes por la tarde a la Concejalía de Urbanismo de Pozuelo donde una mujer señaló que ignoraba si Cabellos Calleja trabajaba allí.

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Cabellos aseguró ayer a este periódico que no logró aprobar las oposiciones para trabajar en el Ayuntamiento de Pozuelo. Y explicó por qué aparece relacionado con la espantada de los diputados tránsfugas del PSOE. "Me ordenó Francisco Bravo que reservara una sala en el hotel Husa Princesa para unos amigos porque él no podía, y la reservé a mi nombre. Le dije que no me gustaba, pero no creí que fuera importante y lo hice. No me dijo para quién era. Me limité a cumplir su orden. No conozco de nada a Tamayo", afirma Cabellos, de 28 años y pendiente de acabar la carrera. "Soy un empleado de Eurohólding desde hace dos meses. Mi trabajo es de prácticas de arquitectura. No he acabado aún la carrera de arquitecto. Mi trabajo es lo que me mandara Francisco Bravo. Llevaba dos meses trabajando para él.", señaló ayer Cabellos, inquieto ante la difusión de su gestión. "Eché una solicitud para un puesto de arquitecto en Pozuelo, pero no la saqué. Aprobé el primer examen, pero no me presenté al segundo", detalla sobre su relación con el Ayuntamiento de Pozuelo.

La denuncia de Verdes

Por otra parte, el abogado José Esteban Verdes, novio de la concejal del PP en Madrid Paloma García Romero, presentó una denuncia ante la Agencia de Protección de Datos al considerar vulnerado su derecho al secreto de sus comunicaciones telefónicas. Verdes, según reconoció a este diario, habló repetidamente con Tamayo en los minutos previos a la fuga del parlamentario socialista y al menos 50 veces en los últimos tres meses.

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La Agencia de Protección de Datos decidió ayer investigar "la utilización y divulgación de datos contenidos en distintos registros telefónicos y registros de afiliados de los partidos políticos relacionados con el proceso de elección del presidente de la Comunidad de Madrid".

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