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¿Cómo se previene un golpe de calor?

Un golpe de calor se sufre a consecuencia de una exposición prolongada a altas temperaturas o cuando las temperaturas exceden las marcas habituales como ocurre estos días. Ésta es la definición de un golpe de calor que da el director del Plan Andaluz de Urgencias y Emergencias, Francisco Murillo.

Los síntomas iniciales son la deshidratación de la piel, la sequedad en las mucosas (boca, nariz..), aturdimiento y dolor de cabeza, aumento de la temperatura corporal de los 36,5-37ºC normales hasta los 39-41ºC (incluso hasta los 43ºC). Después de la fase inicial, en la que también pueden sentirse dolores y calambres musculares, se pueden producir alucinaciones, delirios y pérdida de conocimiento. El último estadio es cuando se da el síndrome de disfunción multiorgánica, que desemboca en el fallecimiento del paciente porque muchos órganos vitales dejan de funcionar.

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En sus fases primitivas puede confundirse con otras enfermedades relacionadas con las altas temperaturas como la deshidratación, provocada por la falta de agua en el organismo. Francisco Murillo recomienda que se extremen las precauciones para evitar un golpe de calor en "personas frágiles" entre las que cita a bebés, niños y ancianos. "Las personas con cuadros delicados a veces pierden el reflejo de la sed", advierte.

Aunque es una dolencia que incide sobre organismos "muy debilitados previamente por enfermedades crónicas", Murillo señala que también puede afectar a personas sin antecedentes que se someten durante mucho tiempo a altas temperaturas, como puede ser un albañil o un deportista que practique en horas de calor. "Hay golpes de calor pasivos que sería el que le da a alguien que se queda dormido al sol y golpes de calor activo", distingue.

Murillo señala que no hay que alarmarse por la cifra de afectados de los últimos días, que es similar a la de otros veranos, pero recomienda una serie de medidas preventivas.

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