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LA POSGUERRA DE IRAK

Dos iraquíes, heridos de bala durante un asalto al Palacio de Gobierno en Diwaniya

Los soldados españoles deben garantizar la seguridad en la zona a partir de septiembre

Ramón Lobo

Es la segunda manifestación en Diwaniya que termina a tiros en sólo una semana. Al menos dos personas resultaron heridas ayer cuando policías de paisano, que sirven de escolta al impopular gobernador Hazim al Chalan, abrieron fuego contra un grupo de civiles que intentó asaltar el palacio de Gobierno al término de una protesta.

En esa ciudad de 450.000 habitantes, de mayoría chií, comenzaron a desplegarse las tropas españolas el 30 de julio. El 1 de septiembre, los 1.300 soldados al mando del general Alfredo Cardona serán los responsables de mantener la seguridad de la provincia de Al Qadisiya.

La marcha duró 45 minutos, y la refriega, 10. El palacio de Gobierno, un descascarillado edificio de estilo soviético situado en el centro de Diwaniya, es complicado de proteger: delante tiene un canal angosto de aguas verdosas y es accesible por tres costados. Los policías que lo defienden, una treintena de agentes sin uniforme armados con fusiles Kaláshnikov y pistolas, se agrupan en el vestíbulo y en los pasillos de la planta baja, sin dejarse ver en la explanada que sirve de aparcamiento.

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Los partidos políticos y los imames contrarios al gobernador tienen previsto convocar otra manifestación (algunas fuentes aseguran que podría celebrarse hoy) para exigir la renuncia inmediata del hombre impuesto por los extranjeros. El general Alfredo Cardona es consciente de que este problema y la insuficiente representatividad del Consejo de Gobierno local pueden convertirse en el talón de Aquiles de su misión y complicar sobremanera la presencia de los soldados españoles. Busca, antes de asumir oficialmente el mando en septiembre, una salida, pero su margen de maniobra es escaso, carece de la autoridad política para destituir al gobernador.

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